A veces pasan meses sin que ocurra nada y otras pasan muchas cosas en poco tiempo. Solo hace un mes, en este mismo espacio de Campo Regional, hablaba –bien, y de corazón– del hasta entonces presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera. Desde entonces hasta aquí, el mundo político de Castilla y León ha permanecido en vilo, sin saber quién iba a ocupar el sillón de la presidencia de la Comunidad Autónoma. Y eso, con una mayoría, no absoluta, pero sí muy clara, a favor del Partido Popular. Pero las ya famosas declaraciones de Herrera (esa recomendación a Rajoy de que “se mire en el espejo”) hizo saltar por los aires toda la disciplina y el “sí buana” que suele predominar en los partidos, y obligó al presidente Rajoy a pronunciarse, que poco le gusta, e incluso a insinuar que iba a hacer cambios. Pero este hombre es gallego de nacimiento, palabra y obra, y después del revuelo, las cosas las ha dejado casi igual que estaban, cambiando muy poco para que todo siga igual.
Yo personalmente, como Donaciano Dujo, palentino y agricultor, me hubiera quedado la mar de a gusto si Herrera, ante la inacción de los de su propio partido, hubiera cumplido con sus amenazas y se hubiera marchado dando un buen portazo. A él posiblemente también le hubiera apetecido, porque el vaso de los desplantes ya le debe tener rebosando. Pero ha reculado, y seguramente lo habrá hecho pensando en Castilla y León y será la mejor decisión posible, puesto que muchos votaron al PP porque él encabezaba la lista, así que ahí le tenemos, de nuevo como nuestro presidente. Y en cuatro días habrá que engrasar la máquina de la Junta y empezar a trabajar en serio.
En los últimos ocho años se han iniciado desde la Consejería de Agricultura y Ganadería varios proyectos importantes, aún a falta de desarrollar. La marcha de Silvia Clemente a las Cortes no puede frenar estas iniciativa, que esperamos que el nuevo titular del departamento retome e impulse. La defensa a ultranza de una PAC centrada en los verdaderos profesionales, la pelea por lograr mejores precios para nuestros productos, optimizar medios y recortar costes de producción, o la difusión de nuestros alimentos, reteniendo un mayor valor añadido, a través de Tierra de Sabor son algunas de las tareas que recibirá el próximo consejero o consejera, que también tendrá un buen material para desarrollar en las premisas marcadas en los recientes foros AgroHorizonte 2020. El desarrollo de una ley agraria, el rejuvenecimiento del sector a través de la incorporación de más de un millar de jóvenes cada año, la modernización explotaciones, el desarrollo de interprofesionales, un plan ambicioso de modernización y ampliación de los regadíos, etc. son otros deberes para la próxima legislatura. Y todavía tiene que dejar un hueco para remontar temas atascados en estos años, como los seguros agrarios, las concentraciones parcelarias, los planes de pensiones y apoyo a los mayores del sector, o el hasta ahora casi inexistente entendimiento con el departamento de Medio Ambiente.
Por ello, pido a Juan Vicente Herrera especial cuidado cuando elija a la persona que dirigirá la Consejería de Agricultura. Como hablar es gratis, son ya muchas las quinielas que se comentan en los mentideros, y posiblemente todas desacertadas. En su cabeza tendrá la persona a ocupar ese puesto y deseo que acierte con el nombramiento, que posea espíritu de diálogo, trabajo y servicio a la sociedad y, en concreto, a los agricultores y ganaderos. Alguien que, como nosotros, crea firmemente en el futuro del campo.
