La OPA reconoce su entrega y legado en defensa del campo
La sede de ASAJA Cantabria acogió un emotivo homenaje a dos personas muy queridas por la organización: Raúl Guillarón Fernández y José Piñera Seco, cuya trayectoria profesional y humana dejó una profunda huella en el sector agrario de la región.
Durante el acto se descubrieron dos placas conmemorativas que recuerdan su trabajo y compromiso con los agricultores y ganaderos cántabros. El homenaje contó con la asistencia del presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato, la consejera de Ganadería, Pesca, Alimentación y Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria, María Jesús Susinos, y el presidente de ASAJA Cantabria, Manuel Herrero, además de una amplia representación de las organizaciones territoriales.
Entre los asistentes se encontraban también el presidente de ASAJA Galicia, el presidente de ASAJA Castilla y León, el gerente de ASAJA Palencia y la secretaria general de ASAJA Asturias, que quisieron acompañar a sus compañeros cántabros en este reconocimiento.
Pedro Barato destacó la entrega y lealtad de ambos homenajeados, subrayando que “han sido parte esencial de la historia de ASAJA y del fortalecimiento del sector primario en Cantabria”. Por su parte, Manuel Herrero señaló que “su trabajo, compromiso y humanidad son un ejemplo para todos los que formamos esta organización. Hoy recordamos con orgullo a dos personas que han hecho grande a ASAJA Cantabria”.
La consejera María Jesús Susinos recordó el papel fundamental que ambos desempeñaron en la defensa del mundo rural y valoró su “aportación al desarrollo agrario de la comunidad y al fortalecimiento del tejido profesional del campo”.
Raúl Guillarón Fernández, vinculado a ASAJA desde 1998 hasta 2024, fue una figura clave en la unión del sector y en la defensa de los intereses de los productores cántabros.
José Piñera Seco, por su parte, dedicó casi dos décadas —entre 1992 y 2011— a consolidar la imagen y el trabajo de ASAJA en la región, contribuyendo a su crecimiento institucional y al reconocimiento de la organización en todo el ámbito agrario.
El acto concluyó con un mensaje compartido de gratitud y orgullo por parte de los presentes, quienes coincidieron en que la huella de ambos perdurará en la memoria colectiva de ASAJA y del campo cántabro.
