La firma de D. José Antonio Turrado Fernández, secretario general de ASAJA Castilla y León
El sector agrario se enfrenta a una nueva campaña de precios ruinosos en los cereales, que tiene continuidad con la situación que ya denunciábamos el pasado año, y tienen en común, ambas, que además llegan precedidas de unos elevados costes de producción, lo que se traduce en una pérdida de rentabilidad muy acusada, o lo que es peor, una venta a pérdidas. Las organizaciones agrarias llevamos varios meses denunciando la situación y tratando de movilizar, sin éxito, a nuestras bases, y todo para exigir medidas que incidan en los mercados globales y hagan repuntar los precios, o en su defecto, se compense en ayudas directas por esos mayores costes de los insumos.
En medio de este problema han surgido voces criticando el papel de las lonjas de precios y pidiendo que interrumpan su cotización hasta que la situación mejore. Entiendo que quienes piden esto son conscientes de que las lonjas no marcan precios presentes o futuros, sino que reflejan el precio al que se ha movido el mercado en un momento anterior. Vamos, que hacen de testigos, de notarios de esa actualidad, y que su papel empieza y acaba con esto, sin que se le pueda exigir nada más que independencia y profesionalidad para ejercer su papel. Quien cuestione la independencia y profesionalidad de los miembros de las lonjas deben concretar la crítica, y si son parte afectada, que se postulen para sustituirles, que en muchas de ellas, y al menos en la parte agraria, faltan voluntarios. Faltan voluntarios dispuestos a poner parte de su tiempo para trabajar por lo de todos, a trabajar por la cara sin cobrar nada por ello, a aguantar la crítica seria y a los impertinentes, faltan voluntarios con criterio, con conocimientos en la materia y que no sean maleables por nada ni por nadie.
Pero si la lonja recoge la realidad, y es la realidad lo que no nos gusta, debemos de buscar a los verdaderamente culpables y apartarnos del camino de la demagogia fácil, por más que a veces resulte rentable desde el punto de vista del rédito sindical. Nuestros representantes agrarios en las lonjas, que los tenemos, necesitan de nuestro respaldo, de nuestro apoyo, de nuestro aliento, necesitan que les proporcionemos información veraz, y necesitan que demos la cara por ellos, no que los hagamos responsables de las consecuencias de los aranceles y de las reglas no escritas del mercado internacional. Porque, no nos olvidemos, las lonjas son una herramienta pensada para proteger al sector primario, y en particular a las pequeñas y medianas explotaciones, son herramientas para ahondar en la transparencia de los mercados, para universalizar la información, para que quienes tienen menos medios no tengan que “poner la oreja” en las conversaciones de los bares o pedir consejo a quien, a buen seguro, terminará engañándoles.
Y no nos olvidemos de que una parte importante del cereal de Castilla y León lo comercializamos a través de nuestras propias cooperativas, que no se rigen por las lonjas, y que estos cooperativistas, a los que las lonjas no les hacen ese “daño” que algunos denuncian, están tan jodidos como los demás, o al menos eso parece. Y si las lonjas están reflejando precios de venta a pérdidas, algo que nadie duda, toca buscar a quienes han hecho esas transacciones, y denunciar al comprador, como la ley establece.
Firma: D. José Antonio Turrado Fernández, secretario general de ASAJA Castilla y León