Estamos a las puertas de acometer una nueva cosecha de cereal en la provincia de Valladolid, con producciones récord. Esta previsión de una magnífica cosecha no se puede ver empañada por unos precios muy por debajo de los costes de producción.
Las leyes están para cumplirse, y la Ley de la Cadena Alimentaria dicta claramente que no se puede vender ningún producto agrario por debajo de los costes de producción. Para rendimientos medios de 2,8 ó 3,2 Tm/ha y costes estimados en 800 euros por hectárea, el cereal no puede venderse por debajo de los 200 euros por tonelada.
ASAJA Valladolid exige al Ministerio de Agricultura y a la Junta de Castilla y León que velen por el cumplimiento de esta ley. No es de recibo que el agricultor cerealista de secano dependa únicamente de unas condiciones climáticas favorables para evitar la ruina.
Esta organización agraria advierte que muchos cerealistas de secano necesitan vender parte de su producción “desde la cosechadora” para afrontar pagos inmediatos.
La rentabilidad del cereal de secano está en entredicho, como confirma el descenso de la superficie dedicada a este cultivo, que se ha reducido en más de 300.000 hectáreas en la pasada sementera en Castilla y León.
ASAJA Valladolid denuncia también que es incomprensible que una nación como España, estructuralmente deficitaria en cereal, vea cómo los precios nacionales se desploman a causa de las importaciones masivas de cereal ucraniano, muchas veces vendido a precios muy bajos. “Nos parece fenomenal que Europa apoye al pueblo ucraniano, pero la factura no la pueden pagar los agricultores españoles”, concluyen.
Fuente: ASAJA Valladolid
