No sólo socavaría las principales cadenas de valor agrícolas de la UE, sino también, tal y como está planteada, la coherencia política y la alineación de las políticas de la UE, tal y como se solicita en diferentes informes recientes. Un fondo específico estaría lejos de ser suficiente para compensar sus impactos económicos teniendo en cuenta el poder de fuego del sector agroindustrial del Mercosur, por no hablar de los efectos perjudiciales sobre la Amazonia, los pulmones del planeta. Por ello, Farm Europe lamenta el renovado compromiso de ayer del Comisario Šefčovič de avanzar en las conversaciones con Mercosur y considera que no se dan las condiciones para incluir la agricultura en este acuerdo.
Los acuerdos de libre comercio pueden ofrecer importantes oportunidades para la economía de la UE, pero siempre y cuando se tengan debidamente en cuenta los principios de reciprocidad, en particular para la agricultura de la UE. Estas condiciones no se cumplen y están lejos de alcanzarse en las negociaciones de Mercosur. Deforestación – La Unión Europea ha sufrido una reducción de más de 10 millones de hectáreas de su superficie agrícola en las tres últimas décadas (lo que equivale a dos tercios de la superficie agrícola de Polonia). Los bosques de la UE han aumentado en 12 millones de hectáreas. – Mientras tanto, Brasil perdió 90Mha de bosques. Y la UE se ha convertido en el segundo mayor importador de deforestación tropical y emisiones asociadas (16% de la deforestación tropical vinculada al comercio internacional).
Se calcula que en los últimos 30 años las importaciones de la UE han causado más de 11 millones de hectáreas de deforestación. Plaguicidas – El uso de plaguicidas peligrosos ha disminuido más de un 25% en la UE en menos de 10 años.
En la zona del Mercosur, el aumento de las superficies cultivadas con soja, maíz y caña ha provocado un incremento significativo del uso de plaguicidas. Sólo en Brasil, el volumen de fitosanitarios vendidos se cuadruplicó de 2000 a 2020. Pero no se trata sólo de cantidad: el 27% de los productos utilizados en Brasil en 2020 estaban prohibidos en la UE. El clorotalonil, un fungicida, fue prohibido en la UE desde 2019, y un insecticida como el Novaluron fue prohibido en 2012. Estos son solo algunos ejemplos. Hormonas – Desde los años 80, la Unión Europea estableció la prohibición de utilizar hormonas de crecimiento en el ganado; esta prohibición se ha reforzado varias veces en los años 90 y en 2006 con la exclusión de los antibióticos utilizados como promotores del crecimiento. –
En un informe de auditoría publicado recientemente sobre los controles de residuos de sustancias activas, plaguicidas y contaminantes en animales y productos animales, la Comisión Europea reconoció la necesidad de suspender las importaciones de bovinos procedentes de Brasil debido a la falta de garantías sobre el uso de hormonas. Teniendo en cuenta que, aunque están prohibidas las importaciones desde la zona del Mercosur de carne cuya producción implique hormonas de crecimiento para el ganado, esta limitación se supera en parte mediante el uso de determinados antibióticos como promotores del crecimiento.
Por lo tanto, más que abrir de par en par las puertas de la Unión Europea a los gigantes agrícolas de América Latina, en un momento de difíciles desafíos para los productores de la UE, es una cuestión de urgencia: – Ser creíbles en la lucha contra la deforestación con una aplicación sencilla y sólida del Reglamento de la UE sobre la deforestación para los países con normas y de alto riesgo, evitando al mismo tiempo las cargas administrativas para los países de riesgo bajo o nulo, en particular para los productores de la UE ; – Proteger nuestra agricultura contra la competencia desleal, no sólo en lo que se refiere a la seguridad de los consumidores, sino también en términos de normas medioambientales de la UE, con plena reciprocidad en las normas de producción ; – Y, por supuesto, dar forma a una nueva visión de la agricultura y la alimentación de la UE, a la altura de una ambición real para el "Made in Europe".
Fuente: Farm Europe
