Por ello, la organización agraria valora muy positivamente que el presidente del PP y candidato de este partido a las elecciones generales, Alberto Núñez Feijóo, introdujera ayer durante su entrevista en el programa televisivo ‘El Hormiguero’ la situación del campo español con el ejemplo de la naranja, que este año ha estado marcada en la provincia de Córdoba por un gran descenso en la producción y por la incertidumbre de la próxima campaña debido a la sequía y a la disminución de la dotación de riego.
En este sentido, aunque algunas competencias del sector agrario son de la Unión Europea y las comunidades autónomas llevan la gestión directa de las políticas agrarias y medioambientales, no puede olvidarse que es el Gobierno central quien negocia con la Unión Europea y quien legisla y gestiona la normativa básica.
De este modo, Asaja Córdoba ha elaborado un documento en el que recoge que las políticas del Gobierno de España deben ir orientadas a una serie de objetivos como “poner en valor ante la sociedad que el sector agroganadero es el primer sector estratégico de la sociedad porque garantiza la producción propia de alimentos, tanto en cantidad como en calidad, y a precios razonables para los consumidores”.
Asimismo, debe reconocerse el importante papel que implican en la economía de los pueblos la agricultura, la ganadería, lo forestal, la caza y todas las actividades que ello conlleva. “Son la única garantía de supervivencia del mundo rural y es la mejor forma de luchar contra la que ahora se conoce como la España vaciada”, afirma la organización que subraya la importancia de obviar las críticas al campo de aquellos que, “con un preocupante desconocimiento de la labor que se desarrolla en el medio rural, sólo tratan de imponer sus criterios, basados en sus prejuicios ideológicos, absolutamente trasnochados, y faltos de rigor científico, social y económico”.
PRINCIPIOS DEL CAMPO ABANDONADOS
Para todo ello, debe garantizarse la rentabilidad de todas las explotaciones agrícolas, ganaderas, cinegéticas y forestales en un entorno en el que “todos estos principios han sido abandonados en los últimos años con políticas que han ido justo en sentido contrario, tanto por parte del Gobierno de España como en la Unión Europea”, asegura Asaja Córdoba.
De esta manera, el sector está atravesando una situación muy complicada, sin que se pongan soluciones porque, por un lado, está el coste de los medios de producción, provocado por la aplicación de las exigencias de producción sostenible “con un concepto ideológico de la sostenibilidad falto de rigor, las mayores cargas laborales y sociales y la subida de la energía y del gasóleo agrícola”. Esto ha provocado “un brutal aumento de fertilizantes, abonos, fitosanitarios, semillas y piensos entre otros”.
Por otro lado, el sector se encuentra con unos bajos precios de la mayor parte de las producciones agrarias y que no ha solucionado la Ley de la Cadena Alimentaria, pues no ha conseguido un equilibrio en el reparto del valor del producto entre los diferentes eslabones de la cadena.
Ambos factores, están llevando a que muchas explotaciones no puedan subsistir y todo ello se ha visto agravado por la sequía, con grandes caídas de producciones, un sobrecoste en la alimentación y agua del ganado y una política de aguas que necesita importantes mejoras.
A ello, hay que añadir la convulsa situación internacional, como ejemplo más claro ha sido la guerra de Ucrania y que ha afectado notablemente al sector agrícola y ganadero.
Y, en este contexto, la Unión Europea, con el apoyo del Gobierno de España, ha primado políticas no productivistas, fomentando la no utilización de toda la capacidad productiva, especialmente en lo que respecta a estos productos “de los que dependemos del exterior y como consecuencia de ello, la autonomía alimentaria de la Unión Europea está en riesgo”.
Fuente: Asaja Córdoba
