Rabia e impotencia sienten los ganaderos, ante los ataques que cada poco tiempo se vienen produciendo y que, de seguir así, provocará el abandono de la ganadería extensiva de la zona, donde los pocos habitantes que aún quedan, tienen vínculos con las ganaderías tradicionales.
El imparable aumento del número de lobos, y la sobreprotección que tiene, hace imposible la convivencia, a pesar de los importantes esfuerzos que los ganaderos hacen para proteger a sus animales.
Fuente: Asaja Palencia