El ganadero encontró a una de sus novillas, de 15 meses, con el cuello totalmente devorado y también la parte posterior del animal; y a otras dos novillas más heridas por mordeduras de lobo. Incluso llegó a ver a los cánidos cuando fue a controlar al ganado y justo antes de descubrir el destrozo que habían ocasionado.
Desde finales de verano, ASAJA ha notado un incremento en el número de ataques de lobo al ganado, y se han concentrado de forma especial en la Sierra de Gredos, atravesando por primera vez en otoño los límites del Parque Regional.
La organización agraria insta a la Junta de Castilla y León a que ponga en marcha de forma inmediata las medidas de control de la población del lobo que anunció el mes pasado en el Consejo agrario Regional, en el que participó el consejero de Medio Ambiente, con el fin de frenar el avance de esta especie salvaje, que aumenta su población e incrementa su territorio de caza sin que se proteja la actividad ganadera, que sustenta la economía y mantiene la población en los municipios de nuestra provincia.
Por último, ASAJA pide a la Administración regional rapidez a la hora de tramitar y pagar las indemnizaciones por los daños que ocasiona el lobo. Estos pagos deberían incluir también el lucro cesante.
