Los citricultores malagueños esperan otro año bueno. La campaña pasada arrojó saldo positivo y ahora esperan con optimismo el inicio, que tendrá lugar en los próximos días. Así lo han manifestado los agricultores consultados a Asaja Málaga. Cantidad, calidad y buen precio, que rematarían unas buenas lluvias bien caídas en octubre. Esperan también que el plan contra los robos en el campo funcione y haga efecto tras los numerosos asaltos que sufrieron el año pasado.
Los primeros compases de la campaña comenzarán con el limón fino durante los primeros días de octubre. Se espera una cosecha normal en cuanto a producción, con una bajada del 7,5 con respecto al año anterior pero que se verá compensada por el mayor calibre que se espera del fruto. En cuanto a la variedad verna, que aún tardará meses en cosecharse, los primeros datos sugieren un descenso del 15% con respecto al año pasado, un dato que no preocupa a los citricultores. “Kilo arriba o abajo no importa demasiado, lo importante es que la calidad y el calibre sean adecuados y que el precio sea razonable”, matiza Benjamín Faulí, responsable de Frutas y Hortalizas de Asaja Málaga.
Así, se espera unas cantidades que podrían oscilar entre las 65.000 y las 70.000 toneladas, cultivadas en las 4.100 hectáreas de limón que hay nuestra provincia, concentradas en su mayoría en el Valle del Guadalhorce. Estos datos, comenta Faulí, contrastan un poco con los datos a nivel nacional, ya que la primera estimación de cosecha de limón apunta a una producción de 910.000 toneladas, lo que supone un incremento del 11% respecto a las 820.000 toneladas de la anterior campaña, cifras que si las condiciones climatológicas no lo impiden, significan una campaña equilibrada con una producción que puede comercializarse bien y sin problemas.
“Sería fundamental empezar la campaña con buen pie, las previsiones son optimistas porque la campaña de limón argentino está en su recta final y las heladas que han sufrido han mermado su disponibilidad en el mercado europeo. Por otra parte Turquía empieza también su campaña. Turquía espera un incremento de cosecha de limón en la primera parte de la campaña que además se verá favorecida por los bajos costes de producción, las subvenciones que el gobierno turco concede a sus exportadores, y la fuerte devaluación de un 19% de la lira turca respecto al euro en el último año. De todos modos Turquía manda cantidades limitadas a la UE”, explica el técnico de Asaja Málaga.
Naranjas con paciencia
Las previsiones sobre la campaña de naranja aún son una incógnita. Calidad y producción parecen estar asegurada, pero los comportamientos de los precios aún penden de la producción de nuestros competidores.
Las primeras estimaciones hablan también de una buena campaña, se prevé una producción un 15% mayor que la del año pasado, que puede rondar las 70.000 toneladas. La variedad más temprana es la navelina, pero su presencia en Málaga es casi testimonial. Habrá que esperar a noviembre para encontrarnos con otras variedades más tardías pero más asentadas en nuestra provincia: navelate y valencia late. Desde Asaja Málaga se recomienda paciencia a los consumidores para que compren la naranja en su momento óptimo y disfruten de ella con todo su sabor. “Hay veces que el mercado tiene prisa y se ofrecen sin llegar a alcanzar su punto óptimo de maduración. Esto es malo para todos, porque el consumidor que prueba y no queda satisfecho se siente estafado y no vuelve a comprar en toda la campaña”.
Sobre mandarina, la variedad más común en Málaga es la clemenules. También se espera una buena campaña, con un cosecha un 12% superior al año pasado, por lo que se podrían alcanzar unas 25.000 toneladas.
Un dato que puede tener su importancia a la hora del inicio de campaña, manifiesta Benjamín Faulí, es la poca presencia de fruta de importación en las cámaras. El principal suministrador de naranja en estas fechas es Sudáfrica y la semana 38 ha suspendido sus exportaciones a la UE. Esta medida, adoptada de forma unilateral por Sudáfrica, se produce tras las reiteradas denuncias planteadas en los últimos meses por el sector citrícola español y ASAJA en el grupo de Expertos en Cítricos de la Comisión Europea, del cual formamos parte, ante la presencia constante en sus envíos de plagas y sobre todo de la enfermedad de la mancha negra “Guirnardia citricarpa”. De esta suspensión quedan excluidas las naranjas cultivadas en áreas consideradas libres de la mancha negra. Los propios sudafricanos informan de que aquí a final de campaña remitirán unas 30.000 tonleadas de naranjas a la UE, cantidad que no presiona la comercialización, “por lo que el arranque de navelina y clemenules puede que coincida con poca naranja “de cámara” y que las ventas no se tensionen”.