El ejercicio de 2016 se cerró con una facturación de 1.366 millones de euros, equivalente a una variación de -1,7 % respecto a 2015. El EBITDA del grupo fue del 8,7 % correspondiente a 119 millones de euros, respecto a 127 millones de euros en 2015.
Las inversiones totales en 2016 fueron de 92,5 millones de euros, de los cuales, las partidas más significativas fueron 34 millones de euros para completar la nueva planta de Lauingen y 23 millones de euros para el desarrollo de nuevos productos.
«2016 representó para SDF —comenta Lodovico Bussolati, consejero delegado— un año especialmente significativo. De hecho, en un escenario de mercado difícil y con una caída adicional, hemos logrado consolidar el crecimiento registrado en los últimos ejercicios manteniendo la rentabilidad en la línea con los últimos años».