La primera sospecha de la enfermedad la recibieron los servicios veterinarios búlgaros el pasado 19 de septiembre, al detectarse signos clínicos compatibles con la misma, en un rebaño localizado en el municipio de Stoilovo, región de Burgas, situado a 12 km. de la frontera turca

El 20 de septiembre fue confirmada la presencia del virus por PCR e inmediatamente se procedió al sacrificio de toda la cabaña ganadera del municipio y a la limpieza y desinfección de las explotaciones (38 ovejas y 74 cabras en 5 establecimientos).

Conforme a la Directiva 92/119/CE por la que se establecen medidas comunitarias generales para la lucha contra determinadas enfermedades de animales y medidas específicas respecto a la enfermedad vesicular porcina, se ha creado una zona de protección y otra de vigilancia alrededor del municipio afectado. En la zona de protección de 3 km. no existe ningún rebaño susceptible, y en la zona de vigilancia de 10 km.  se han inspeccionado 49 establecimientos con un censo total de 1.047 animales, no habiéndose encontrado ningún indicio de enfermedad.  

Del mismo modo, se han intensificado los controles en las explotaciones próximas con las fronteras con Grecia y Turquía, dado que a lo largo de este año ambos países han notificado varios casos de viruela ovina y caprina, y se han iniciado las investigaciones epidemiológicas pertinentes para determinar el posible origen de la enfermedad, aún sin determinar. 

La viruela ovina y caprina es una enfermedad causada por un virus de la familia Poxviridae caracterizado por la formación generalizada de nódulos en la piel y en diversos órganos internos del ganado ovino y caprino, no afectando en modo alguno al hombre. España está considerada libre de la enfermedad desde el año 1968, y el único país de la UE en la que se ha detectado en los últimos años ha sido Grecia, que desde agosto de 2013 ha notificado la presencia de 7 focos muy próximos a la frontera con Turquía, país considerado endémico.