El Director General se reunirá con los representantes de los ganaderos leoneses a las 11 de la mañana, en su despacho, una cita que se solicitó después de una reunión de los ganaderos y las Opas que se celebró en Riaño el 22 de noviembre de 2011.
Los ganaderos de la comarca de Riaño están sufriendo un repunte de la tuberculosis en las explotaciones de ganado vacuno, lo que les está obligando al sacrificio de reses y a severas restricciones en el movimiento del ganado tanto hacia otros pastos como hacia explotaciones de cebo, ocasionando todo ello importantes pérdidas, y sobre todo un desánimo que lleva a muchos profesionales a abandonar el sector.
Las organizaciones agrarias culpan de esta alta positividad a la tuberculosis al contagio de los animales domésticos desde la fauna salvaje, ya que muchas especies cinegéticas padecen la misma enfermedad, comparten el espacio y tienen hábitos de comportamiento similares. Los censos de las especies salvajes crecen cada año y no hay sobre ellos ninguna actuación sanitaria. Sobre este aspecto se pronunció el catedrático Santiago Lavín en una conferencia que impartió, invitado por ASAJA, a ganaderos de Riaño a finales del pasado mes de diciembre.
ASAJA espera que el Director General se pronuncie sobre cada uno de los puntos del documento presentado en el mes de noviembre(http://www.asajacyl.com/leon/informa.shtml?idboletin=217&idseccion=1946&idarticulo=91931) y en particular que presente un plan creíble para evitar el contagio desde la fauna salvaje. Un plan que ha de tener como objetivo que en la comarca se vuelva a niveles tolerantes de positividad a la enfermedad, homologables a otras zonas de montaña de características similares, y que éste nuevo revés sanitario se resuelva con el menor coste económico posible para unas ganaderías a las que, a las dificultades que son propias del sector, se suma las inherentes a estar enclavadas en zonas con figuras de protección ambiental tan restrictivas como es el Parque Nacional y el Parque Regional de Picos de Europa. Esta comarca ya sufrió hace diez años un rebrote de la brucelosis que diezmó las ganaderías y que se resolvió después de poner en marcha un “plan especial” figura que después se ha utilizado en otros territorios de la región.