Castilla y León continúa siendo la potencia cerealista que más superficie y producción asegura, con más de 870.590 hectáreas y 2,86 millones de toneladas de cereales de invierno. A este granero emblemático, le siguen Castilla-La Mancha, Andalucía y Aragón. Juntas, estas cuatro comunidades aglutinan más del 80% de la producción asegurada de cereales de invierno.
La siniestralidad del pasado año se debió sobre todo a la escasez de precipitaciones en meses clave que, unida a las elevadas temperaturas, provocó importantes mermas en la producción de casi todas las regiones cerealistas. Además, la prolongada ola de calor de los meses estivales agudizó la situación de sequía (más de 507.000 hectáreas declararon siniestro por esta causa) en las zonas cerealistas de recolección más tardía y en las producciones de girasol.
Los daños se extendieron por más de 870.000 hectáreas alcanzando un valor de casi 64,15 millones de euros. A Castilla y León se destinaron 18,4 millones de euros en concepto de siniestralidad (alrededor del 29% del total).
Fueron especialmente significativos los siniestros por pedrisco (más de 195.000 hectáreas afectadas), especialmente en Aragón y Castilla-La Mancha, donde varios episodios tormentosos de inusual extensión geográfica y fuerte intensidad –entre los que sobresalen el que afectó a amplias zonas de Castilla-La Mancha el 19 de mayo y varios producidos en Aragón durante el mes de junio– perjudicaron tanto a los cereales de invierno como al maíz. Estas comunidades siguen a Castilla y León en siniestralidad con muy escasa diferencia entre ellas, 12,96 millones en el caso de Aragón y 12,91 en el de Castilla-La Mancha.
El pedrisco causó también daños importantes en la zona murciana de Jumilla, a las zonas vinícolas de la Rioja Alavesa y la Rioja Alta, a la comarca navarra de La Ribera…
Para la actual cosecha, dada la climatología registrada en los pasados meses en las principales zonas cerealistas, como Castilla y León o Aragón –y dada a la falta de siniestros relevantes en lo que va de año–, las previsiones hacen esperar una cosecha de cereales especialmente buena, si no hay imprevistos.
Ahora, los agricultores que ya hayan contratado su seguro y quieran salvaguardar una cosecha prometedora, pueden suscribir los módulos complementarios. Por su parte, los cerealistas que no hayan asegurado su cosecha tienen abierto el periodo de contratación del Módulo P, para asegurar su cosecha –a nivel de parcela– contra pedriscos, incendios y riesgos excepcionales en cultivos de secano y regadío.
De momento, para esta cosecha, los agricultores están optando por modalidades de contratación que ofrecen un mayor nivel de cobertura sobre la producción y les protegen frente a un amplio abanico de riesgos. Prácticamente el 70% de los agricultores han elegido acogerse a la nueva opción de garantizado -sobre el 80% de la producción-.
Ante la posibilidad de verse afectado por la sequía, el pedrisco u otro tipo de fenómenos imprevistos e incontrolables, el Seguro para Explotaciones de Cultivos Herbáceos Extensivos se perfila como una herramienta eficaz para salvaguardarse ante la incertidumbre.
Ante la posibilidad de verse afectado por la sequía, el pedrisco u otro tipo de fenómenos imprevistos e incontrolables, el Seguro para Explotaciones de Cultivos Herbáceos Extensivos se perfila como una herramienta eficaz para salvaguardarse ante la incertidumbre.