Sólo hay que cambiar mar por campo. Los mismos razonamientos que ha aplicado el Parlamento Europeo para rechazar el acuerdo con Marruecos en el sector pesquero pueden valer perfectamente para el sector agrario. Así lo pide Asaja Málaga, que ve cómo el cultivo de tomate en nuestra provincia está condenado a desaparecer porque el país vecino se salta sin miramientos los cupos de exportación previstos mientras las autoridades miran hacia otro lado.
El Parlamento Europeo ha votado en contra de la renovación del acuerdo con Marruecos en base a tres grandes problemas, fundamentalmente: la sobreexplotación a la que estaban sometiendo los caladeros marroquíes y saharaui, la escasa rentabilidad económica que suponía para la Unión Europea y la falta de pruebas de que el acuerdo resultara beneficioso para el Sahara Occidental.
Pues bien, para el acuerdo agrícola con Marruecos, las pérdidas que éste provoca entre los agricultores españoles son millonarias y su rechazo no supondría ningún perjuicio para los agricultores europeos. Además, hay serias dudas de que el acuerdo favorezca a la población saharaui. “Por todo ello, creemos que el acuerdo agrícola debería suspenderse inmediatamente por coherencia con lo que se ha votado en el caso de la pesca en el Parlamento Europeo”, sostiene Benjamín Faulí, coordinador de Frutas y Hortalizas a nivel nacional y responsable de Asaja Málaga en la Axarquía.
Pérdidas millonarias en Málaga
Y mientras todas estas cuestiones se dirimen en despachos belgas, los agricultores malagueños ven cómo las cuentas de resultados van cayendo en picado. Si hace unos años la facturación del cultivo de tomate en Málaga superaba los 100 millones de euros, este año que se cierra apenas llegará a 33 millones de euros. La explicación hay que encontrarla en el acuerdo con Marruecos, ya que el país vecino se ha saltado con creces los cupos previstos de exportación incluso del acuerdo que aún no está en vigor. “Debemos prepararnos para la desaparición de un cultivo tan emblemático en nuestra provincia como es el tomate. La Comisión Europea y el Gobierno español llevan años mirando hacia otro lado ante esta actuación comercial sin justificación y de una impunidad vergonzosa”, añade Faulí.
Marruecos ha exportado a la UE más de 61.000 toneladas de tomate entre octubre y noviembre de 2011, rebasando así con creces los cupos del acuerdo en vigor que para esos dos meses que estaban fijados en 38.000 toneladas. Es más, con estas escandalosas cifras incluso se superan los cupos del futuro acuerdo, que para el primer trimestre del primer año en vigor se establece en 46.000 toneladas.
“Los acuerdos con Marruecos han dañado terriblemente nuestra agricultura “, comenta Faulí, quien recuerda que la ministra Rosa Aguilar afirmó el 10 de febrero de 2011, después de que se firmara el acuerdo, la siguiente declaración: “Garantizamos a los productores y exportadores hortofrutícolas españoles que se efectuará un control exhaustivo de fronteras para garantizar que no haya incumplimientos derivados del acuerdo agrícola entre la Unión Europea y Marruecos”, para ahora darse cuenta de que “por Perpiñán se están colando toneladas de tomate”.