España amplía su presencia agroalimentaria en el mercado chino con la firma de dos nuevos protocolos que abren la puerta a la exportación de cerezas y refuerzan el alcance del porcino nacional, el principal producto español en el país asiático.
Con este nuevo paso, las cerezas producidas en huertos registrados y supervisadas desde su recolección hasta su empaquetado podrán comenzar a llegar a los consumidores chinos bajo estrictos controles fitosanitarios. Esta apertura representa una nueva oportunidad para un producto de gran valor añadido, que hasta ahora no contaba con acceso a este mercado de alto potencial.
En paralelo, se ha ampliado la lista de productos derivados del cerdo autorizados para su exportación a China, lo que supone un impulso relevante para un sector que ya lidera las ventas agroalimentarias españolas al gigante asiático. Solo en 2024, las exportaciones de porcino superaron los 570 millones de euros, aunque el sector arrastra una tendencia a la baja desde hace varios años.
Ambos protocolos —con vigencia de cinco años en el caso del porcino y de tres para las cerezas— refuerzan la relación comercial entre ambos países, que desde 2018 han suscrito ya una decena de acuerdos sobre requisitos sanitarios y fitosanitarios para productos como la almendra, el caqui, la avena forrajera o los alimentos para mascotas.
China representa actualmente el 2,5 % del total de las exportaciones agroalimentarias españolas y se mantiene como un mercado estratégico por volumen, valor y crecimiento potencial. En 2024, las ventas alcanzaron los 1.864 millones de euros, generando un saldo positivo de 253 millones en la balanza comercial.
La firma de estos nuevos protocolos se ha producido en el marco del viaje oficial del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a China. Han sido rubricados por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y su homóloga china, la ministra de la Administración General de Aduanas, Sun Meijun.