Por un lado, existe una situación de sequía provocada por las escasas precipitaciones que se han producido durante todo el año hidrológico y que se extiende desde Albacete hasta la provincia de Valencia y desde Alicante hasta Málaga.
Por el otro, en las zonas más cerealistas del resto de la Península, el comportamiento climático hasta el mes de abril auguraba una buena cosecha de cereal, ya que las precipitaciones habían sido las adecuadas desde el inicio de la campaña. La escasez de heladas y el exceso de humedad a lo largo del ciclo del cereal, con un invierno de temperaturas suaves ha provocado que las raices no se hayan desarrollado en profundidad, sino superficialmente, por lo que ahora las plantas no tienen agua a su disposición. Esta situación se ve además agravada por la falta de lluvias y las temperaturas demasiado elevadas para la época que se han registrado desde mediados de abril. Esta segunda situación de sequía está afectando fundamentalmente a Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón y determinadas zonas del norte de la Península.
En total se prevé que entre los dos fenómenos, el numero de hectareas de cereal de inviermo afectadas se sitúe en torno a las 700.000.
Las primeras tasaciones se están llevando a cabo desde la semana anterior. No obstante, con el objetivo de ofrecer el mejor servicio los asegurados, les recordamos la importancia de que aquellos que aún no lo hayan hecho, remitan las declaraciones de siniestro lo antes posible, para así agilizar la organización de las labores de tasación, valoración y posterior pago del siniestro.
Además, aquel agricultor que desee realizar una aprovechamiento ganadero del cultivo, ya sea a diente por el ganado, o en forraje, podrá hacerlo, tan solo debe indicar esta circunstancia en la misma declaración de siniestro a fin de adelantar la visita de tasación y realizar la correcta valoración de las pérdidas.
Hay que recordar que el fenómeno de la sequía en España se ha repetido a lo largo de los años, así, destacan los episodios sufridos en años como el 2005, con una indemnización por sequía de más de 129,5 millones de euros; o 2012, con cerca de 106 millones de euros.
Ante este tipo de eventos y los efectos económicos particularmente perjudiciales que causan, la solvencia que ofrece Agroseguro para hacer frente a estas situaciones, pone de manifiesto la conveniencia que tiene para los agricultores contar con un Seguro Agrario.