La sentencia del TSJA, pese a que no entra en el fondo del asunto, da la razón a la “Algodonera Blanca Paloma” y califica la Orden de la Consejería de Agricultura de “chapuza”, declarando su nulidad. Para el presidente de ASAJA-Sevilla, Ricardo Serra, “esta nulidad supone un primer paso en el reconocimiento de unos hechos injustos protagonizados por la Consejería de Agricultura en connivencia con el Ministerio de Medio Ambiente Medio Rural y Medio Marino, quienes en su intento por favorecer a unas desmotadoras de algodón frente a otras, han restringido la libre competencia generando una situación de oligopolio y perjudicando con ello a todos los agricultores algodoneros andaluces”.
Así, en las dos últimas campañas, el crecimiento de la producción andaluza de algodón se ha visto costreñido por la manifiesta incapacidad de desmotado con que cuenta la región, que llegó a contar con 28 desmotadoras y hoy sólo tiene siete, lo que ha provocado graves perjuicios a los algodoneros andaluces y sevillanos, y especialmente a los más de 700 agricultores que cultivan algodón en alguno de los municipios de la margen derecha de Guadalquivir, donde operaba “Blanca Paloma” y donde los algodoneros no cuentan ahora con ninguna desmotadora, lo que les obliga a dar un rodeo de más de 100 kilómetros para entregar su producción a alguna de las siete que están autorizadas, todas ellas en la margen derecha, provocándoles un importante sobrecoste en el transporte.
Esta situación es sobradamente conocida por quienes la han propiciado, el MARM y la Consejería andaluza de Agricultura, puesto que en las dos últimas campañas ASAJA-Sevilla ha remitido múltiples escritos a ambas administraciones denunciando el problema y demandando una solución e instándolas a que al menos permitieran la apertura de la “Algodonera Blanca Paloma”. Demandas que tanto el MARM como la Consejería han rechazado, lo que llevó al Comité Ejecutivo de ASAJA-Sevilla a tomar la decisión de denunciar a ambas administraciones ante la Comisión Nacional de la Competencia ante quien el pasado mes de octubre se elevó la citada denuncia y a quien se pidió que, como medida cautelar, suspendiera la disposición adicional que impide la apertura de la algodonera Blanca Paloma a fin de evitar que los algodoneros de la margen derecha del Guadalquivir compitan en situación de desigualdad con los algodoneros de la margen izquierda del río. Medida cautelar que desgraciadamente no se ha tomado y que esperamos que tras esta sentencia del TSJA sea tenida en cuenta de cara a la próxima campaña de recolección.
El incremento de producción en las dos últimas campañas ha provocado la paradoja de que, mientras que se prohíbe de facto la apertura de nuevas desmotadoras, alguna de las siete autorizadas ha ampliado sus instalaciones y otras pretenden hacerlo para lograr más capacidad de desmotado, dado que el desmotado de algodón es un negocio claramente atractivo, como lo demuestra el hecho de que en 2010 la facturación de las siete desmotadoras autorizadas alcanzó la cifra de 120 millones de euros. Una cifra muy superior a la que se estimó cuando se redactó el Programa Nacional para la Reestructuración del Sector del Algodón, que previó una producción de algodón bruto para las siete desmotadoras autorizadas de entre 75.000 y 100.000 Tm, cifra que fue ampliamente rebasada en la campaña pasada y que volverá a rebasarse en la presente, en la que se espera una producción de más de 170.000 Tm, casi el doble de lo que previó en su momento el Plan Nacional.