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La Presidencia danesa de la UE intenta una revolución de la PAC

En el marco de las negociaciones del Consejo Europeo sobre el presupuesto 2028-34, la Presidencia danesa acaba de proponer un marco de debate sobre todo lo relacionado con el nuevo fondo único propuesto por la Comisión, que incluye la PAC.

Este fondo único tiene por objeto reunir las políticas agrícolas, de cohesión, pesqueras y sociales, así como un fondo de gestión de crisis, en un único reglamento y un único instrumento financiero.

Mientras que los ministros de Agricultura insisten en que la PAC recupere su autonomía jurídica, su coherencia financiera y su estructura en torno a los dos pilares actuales, la Presidencia danesa apoya la propuesta de la Comisión de fusionar todas las políticas tradicionales en este fondo único, lo que refleja la posición de la mayoría de los Estados miembros en los Consejos de Asuntos Europeos y de Finanzas.

La Presidencia danesa parte de la base de que más del 96 % de este fondo único se ejecutará a través de dotaciones financieras preasignadas a los Estados miembros, y solo las acciones Interreg y de respuesta a las crisis se mantendrán a nivel europeo.

Se mantendría un presupuesto específico para la PAC (pero los 300 000 millones de euros siguen siendo objeto de debate). Del fondo único, excluida la PAC, el 14 % se destinaría a acciones sociales (el presupuesto actual del Fondo Social Europeo desaparecería por completo) y el 10 % financiaría las zonas rurales (pero para medidas no agrícolas). Además, el 43 % del gasto del fondo único sería de carácter medioambiental. En otras palabras, no quedará nada para la agricultura, y los programas POSEI, Leader y de frutas y verduras en las escuelas competirán ferozmente por el dinero que quede para medidas territoriales, pesca, etc.

Cada Estado miembro tendrá que preparar un plan de asociación nacional y regional, con un capítulo sobre agricultura, basado en las recomendaciones emitidas por la Comisión Europea, que finalmente también analizará estos planes antes de que se presenten al Consejo para su adopción. En cuanto al Parlamento Europeo, su papel e influencia parecen haberse reducido al mínimo en el documento de la Presidencia danesa.

Dinamarca también parece proponer que el Consejo dé un paso atrás en materia de gestión de crisis en la agricultura. Se menciona una reserva europea única para crisis relacionadas con la migración, el medio ambiente, la agricultura y las fronteras, pero los 6 300 millones que la Comisión propone reservar para la agricultura para el período 2028-2034 parecen fusionarse en un fondo común en beneficio de un fondo de solidaridad específico.

En lo que respecta a las ayudas de la PAC, el texto incluye una ayuda directa por hectárea limitada a entre 130 y 240 euros/ha (cifras no definitivas), mientras que la degresividad y la limitación de las ayudas se colocan entre corchetes, por lo que están abiertas a debate y a cambios.

Por encima de todo, Dinamarca está aprovechando este marco de debate del Consejo Europeo para proponer el abandono del enfoque común de la PAC. Hasta ahora, la PAC, como política agrícola común, ha financiado medidas abiertas a todos los agricultores y ha permitido a los Estados miembros cofinanciar determinadas medidas en el marco del segundo pilar de la PAC. La Presidencia danesa está dando un giro importante al sugerir que, a partir de ahora, el presupuesto de la PAC podría cofinanciar, dentro de ciertos límites, las medidas que los Estados miembros decidan adoptar en el capítulo agrícola de sus planes de asociación nacionales y regionales. Así, «las ayudas directas disociadas y asociadas podrían financiarse con fondos europeos hasta el 100 %». Esta formulación abre la puerta a la financiación nacional de estos pagos directos. Esto responde a las demandas formuladas por los Estados miembros nórdicos «frugales» y ricos durante varias reformas. El aspecto «común» de la PAC se sustituiría entonces por el «sálvese quien pueda».

El marco europeo se reduciría para muchos a las restricciones reglamentarias ajenas a la PAC que se aplicarían a la agricultura.

Se trataría de un cambio importante que acabaría con 63 años de solidaridad agrícola europea, allanando el camino para importantes distorsiones de la competencia entre sectores en diferentes Estados miembros, lo que iría en contra del mercado único, pero permitiría a los países que lo deseen (y puedan permitírselo) tomar la delantera sobre otros para apoyar alegremente a sus sectores a través de sus presupuestos nacionales, con el presupuesto de la PAC por encima de eso, y al mismo tiempo proponiendo una segunda ronda de recortes presupuestarios a la PAC (además de la reducción del 20 % ya propuesta), a pesar de que el presupuesto europeo de 2 billones de euros de la Sra. Von der Leyen no está financiado.

Fuente: Farm Europe

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