Las explotaciones llamadas familiares representan más del 82% del total de las casi 915.000 explotaciones agrarias existentes en España, según el último Censo Agrario de 2020.
Es, por tanto, el modelo claramente mayoritario en nuestro mapa agrario, que juega un papel clave no solo en la provisión de alimentos sanos, seguros, de calidad y accesibles al consumidor, sino también en la ocupación del medio rural y la lucha contra el cambio climático y el mantenimiento de la biodiversidad
Recientemente, el ministro ha anunciado que en el mes de marzo se iniciará el trámite de consulta pública sobre la futura Ley de Agricultura Familiar, que pretende desarrollar en este periodo legislativo.
Según sus propias palabras, en esta Ley “se atenderán cuestiones como las características de las explotaciones y sus titulares, aspectos fiscales o los arrendamientos. Además, se podrán priorizar las ayudas para lograr unas explotaciones familiares modernas y competitivas, mejorar el acceso a la tierra, impulsar el relevo generacional y la igualdad de género”.