La Comisión formula recomendaciones para cada Estado Miembro sobre la base de un análisis de su sector agrícola y de las zonas rurales. Por tanto, muchas de las observaciones que se ven destacadas en estas recomendaciones ya fueron enumeradas en el análisis “técnico” de necesidades realizado a nivel nacional. Estas recomendaciones están vinculadas a los nueve objetivos específicos de la PAC que se refieren a los desafíos ambientales, sociales y económicos y al objetivo transversal sobre el conocimiento y la innovación.
Además, las recomendaciones tienen en cuenta las ambiciones del Acuerdo Verde Europeo y los objetivos cuantificados de la iniciativa "de la granja a la mesa" y de la biodiversidad, tanto en materia de reducción de utilización de productos fitosanitarios y nutrientes, como en superficies mínimas de agricultura ecológica o de carácter paisajístico no productivo.
Tienen por objeto mostrar la dirección que deben tomar los planes estratégicos de la PAC para cumplir esos objetivos y metas, identificando las cuestiones clave que deben abordar los Estados miembros y la forma de hacerlo. Para ello, las recomendaciones también proporcionan una situación en cuanto a los objetivos del Pacto Verde.
Si bien estas recomendaciones no son legalmente obligatorias, la Comisión Europea ha querido recordar que es la Institución competente de la aprobación de los planes estratégicos de aplicación de la futura PAC que le presente cada país y que tendrá en cuenta estas recomendaciones como un importante documento de referencia a la hora de evaluar esos planes.
La Comisión ha recomendado a la gran mayoría de los Estados Miembros que, para alcanzar el objetivo del 25% de agricultura ecológica, desarrollen las estructuras necesarias de la cadena de suministro de alimentos, identifiquen el potencial local de la producción ecológica, promuevan el consumo de productos ecológicos y garanticen el apoyo a la conversión y el mantenimiento de la agricultura ecológica mediante el desarrollo rural.
En el caso de España, la Comisión ha presentado 17 recomendaciones, tres de ellas de carácter económico, siete ambientales y climáticas, dos sobre medio rural, tres relativas a demandas de la sociedad y dos relativas al objetivo transversal de la nueva PAC de digitalización y modernización a través del conocimiento y la innovación.
Dentro de las recomendaciones económicas para España que hace la Comisión, cabe destacar la de “mejorar la viabilidad de las explotaciones mediante la mejora de la eficacia, orientación y distribución de las ayudas directas”, donde la CE indica que España debe “avanzar significativamente en el proceso de convergencia interna” y distribuir el apoyo directo a la renta hacia grupos homogéneos de territorios, que tengan en cuenta las condiciones agronómicas así como las diferencias observadas en función del tamaño físico y económico de las explotaciones, “eliminando el vínculo con las referencias históricas”.
En las recomendaciones finales, la CE añade una frase que no estaba recogida en el anterior Borrador, que señala que “se deben abordar las diferencias de renta entre explotaciones de diferente dimensión mediante, por ejemplo, el pago redistributivo y la degresividad”, elementos ambos que no fueron explícitamente recogidos en el acuerdo del Consejo Europeo que aprobó el Marco Financiero Plurianual 2021-27, así como algunas cláusulas para la Reforma de la PAC.
En matera climática y medioambiental, la Comisión, recomienda apoyar la actual tendencia al alza en agricultura ecológica a través de medidas de conversión y mantenimiento de superficies, así como incentivar al consumo de productos ecológicos.
En mitigación del cambio climático, las recomendaciones de la Comisión se centran en intervenciones para la mejora de las rotaciones de los cultivos, la agricultura de precisión, la agricultura de carbono y la mejora de la gestión del estiércol, la reducción de las emisiones de GEI de la fermentación entérica, de conformidad con la Estrategia sobre el metano, así como estrategias de alimentación animal de baja emisión.
En adaptación al cambio climático, la CE sugiere apoyar medidas para reducir los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos, la adopción de cultivos de menor consumo de agua y de variedades resistentes a la sequía.
La Comisión también insiste en la lucha contra la perdida de nutrientes, especialmente en las zonas con problemas de calidad en las aguas subterráneas, promoviendo prácticas agrícolas de gestión de abonos y fertilizantes innovadoras y respetuosas con el medio ambiente.
El Plan Estratégico de la PAC para España debe abordar el problema de la elevada erosión del suelo (por el agua y el viento) y la desertificación de las tierras cultivables y las zonas de cultivos permanentes.
En materia de regadíos, se sugiere asegurar un uso sostenible del riego, mediante la modernización de las infraestructuras hidráulicas y los sistemas de irrigación existentes, el control de la demanda, y métodos de producción y los tipos de cultivo que aliviarían la presión sobre el recurso.
En cuanto a las recomendaciones sociales y rurales, la Comisión destaca que España se sitúa por encima de la media UE en cuanto a comercialización de antimicrobianos e insta a una reducción significativa, de acuerdo con lo apuntado en el Pacto Verde Europeo y mejorar la gestión del ganado, la bioseguridad y la prevención y el control de las infecciones. También recomienda mejoras en materia de bienestar animal, a través de buenas prácticas, formación e inversiones, haciendo hincapié en el sector del porcino y la avicultura de puesta.
En materia de relevo generacional y luchas contra el despoblamiento rural, la Comisión recomienda reducir las barreras que impiden a los jóvenes incorporarse a la actividad agraria, facilitando el acceso a tierras y a financiación, en particular y reduciendo la brecha entre el empleo masculino y femenino.
También sugiere en este ámbito promover la inclusión social, prestando una especial atención a los grupos vulnerables, como son los trabajadores temporales, así como los migrantes de la UE y de terceros países.
Por último, en cuanto recomendaciones transversales relativas a modernización, innovación y digitalización, la Comisión insta a ”lograr una cobertura de banda ancha rápida del 100% para 2025” y acelerar la transición digital del sector, aprovechando sinergias con otros fondos nacionales y de la UE.
También insiste en la mejora del acceso al conocimiento y la innovación, dando protagonismo a la integración de los asesores en los “sistemas de conocimiento e innovación en agricultura” (conocidos por AKIS), mejorar la interacción de la investigación con los agricultores y los asesores y orientar más los proyectos de investigación e innovación hacia las necesidades de agricultores y ganaderos.
El Ministerio ha acogido positivamente la Comunicación de la Comisión con sus recomendaciones, señalando que prácticamente todas están contempladas ya en los trabajos que están realizando el Ministerio, las Comunidades Autónomas y el sector agrario en el marco de la elaboración del Plan Estratégico nacional.
Por tanto, los trabajos de elaboración del Plan Estratégico Nacional de España podrán seguir su curso en esta segunda fase de selección y diseño de las intervenciones que responderán a las necesidades ya definidas y categorizadas. Los trabajos continuaran por tanto, en paralelo a los trílogos entre Consejo, Parlamento y Comisión Europa, manteniendo el Ministerio la idea de poder presentar un Borrador de Plan Estratégico Nacional en verano de 2021, la versión definitiva a finales de año y poder tener el año 2022 para tener todo preparado para la entrada en vigor de la nueva PAC en 2023.