Las primeras lluvias, y con ellas, el otoño, propician que entre los montes de pinar y matorral de las 2.500 hectáreas del paraje natural Montes Comunales, en Adamuz, y las 41.212 hectáreas del Parque Natural de la sierra Cardeña Montoro el ciervo prepare sus avíos para iniciar su cortejo de amor: uno de los procesos naturales de selección más bellos de la fauna ibérica. Es su hora.
En pocos días, Sierra Morena escuchará el bramido del ciervo, en busca de encontrar y embelesar a su hembra, convirtiendo este ritual amatorio en un espectáculo natural de gran interés cinegético y turístico.
Como si supieran que serán espiados por miles de turistas, que llegarán hasta su serrano nido de amor, los actores principales de esta película en vivo lucirán sus mejores galas.
Superando esas intrusas pero dóciles miradas, y tras once meses de espera, la hembra deberá hilar fino -solo tendrá un día de fertilidad- para, apoyándose en su propia intuición y paciencia, decidir al macho que traslade sus cualidades a la próxima cría.
El ritual bélico y amoroso se inició semanas atrás, cuando el macho comenzó a marcar su territorio mediante estrategias como levantar la tierra con los cuernos y depositar el semen y la orina.
También en los destrozos localizados en los árboles, provocados por el roce de la cornamenta, con el objeto de afiliar sus armas, así como zonas de revolcaderos, que limpian el pelaje y emperifollan al ciervo para la gran cita.
Pero, el amor hay que ganárselo. La primera prueba será la exhibición de bramidos por parte de los oponentes, a los que siguen el golpeo de cornamenta contra el suelo, mostrando sus credenciales de fuerza. La hembra, junto a los jóvenes de su anterior crianza, observa la lucha hasta el final.
El vencedor, encara a la hembra, pero ésta es la que decide en función del cervatillo que quiere gestar. Y si no le gusta el campeón de turno, da un paso al frente, dejando al macho sin premio.
Pero, si la monta es culminada, el rumiante, que también disputa el liderazgo alfa entre los machos dominantes, volverá a su vida solitaria en el interior de la maleza del bosque, mientras las hembras, tras ocho meses de gestación, tendrán a su próximo cervatillo, que nacerá en verano. Serán imágenes únicas.
Y como tales, son promocionadas por la Junta de Andalucía; el Centro de Visitantes Venta Nueva del Parque Natural Sierra Cardeña Montoro; y empresas de turismo activo, propiciando alternativas, que incluyen rutas de senderismo, alojamiento y degustación de productos típicos de la zona.
En esta línea, se hallan Hyla Educación Ambiental, SL, situada en Cardeña; Alpasin Córdoba, ubicada en Adamuz; Lynxaia y Quivirocio, ambas instaladas en Montoro, y casas rurales como el Mirador de los Tomillos, en Azuel, pedanía cardeñosa.