Después de una ronda con la participación de distintas zonas productoras se concluyó que era pronto para poder hacer una estimación de la producción correspondiente a la campaña 2017/18, el motivo es porque nos encontramos en una fase crítica para el olivo, el cual se encuentra ya muy afectado por el largo período con falta de agua, y pendientes de qué tipo de otoñada tengamos en un futuro. En cualquier caso se tratará de una producción inferior a la de la actual campaña en el caso español, y previsiblemente mayor en algunos de los países competidores que han tenido mala cosecha durante la última campaña.
Las salidas de aceite en lo que llevamos de campaña apuntan hacia un enlace al final de la misma de unas doscientas mil toneladas, lo cual se puede denominar como técnicamente cero en tanto y cuanto esa cantidad es la mínima que el mercado necesita hasta que los nuevos aceites pueden ser comercializados.
El balance mundial también fue objeto de comentarios sobre las cifras disponibles y el comportamiento de la producción y la demanda de aceite de oliva a nivel mundial o global. También fueron comentadas las primeras estimaciones que algunos estados productores han comunicado al Consejo Oleícola Internacional (COI).
Se hizo un repaso de las principales acciones que las Interprofesionales han llevado a cabo y las que están en planificación.