La sede nacional de ASAJA acogió hoy la jornada “Agricultura en tiempos de incertidumbre: energía, ciencia y soberanía alimentaria”, organizada junto a Corteva Agriscience, con la participación de representantes del MAPA, el CSIC, la UPV, organizaciones agrarias y expertos del sector.
El encuentro sirvió para abordar tres pilares estratégicos del futuro agrario: bioenergía y biogás, nuevas técnicas genómicas (NGTs) y biocontrol y protección vegetal.
Bioenergía y biogás: el campo como motor de la transición
Los ponentes coincidieron en que el sector agrario puede y debe desempeñar un papel central en la transición energética, aprovechando el potencial de los cultivos intermedios —como la camelina, el cártamo, el girasol o el sorgo— para la producción de biocombustibles sostenibles para la aviación (SAF).
Actualmente, la normativa europea exige que el 2% del combustible de aviación sea SAF, un porcentaje que deberá alcanzar el 70% en 2050. Según se destacó, España dispone de condiciones agronómicas únicas para liderar esta transformación, siempre que se garantice un marco estable y unos trámites ágiles que favorezcan la inversión y prioricen la producción local frente a las importaciones.
Asimismo, se subrayó la importancia del biogás como herramienta de economía circular para gestionar purines y estiércoles, generando energía renovable y fertilizantes orgánicos.

NGTs: innovación al servicio de la agricultura
El segundo bloque se centró en las nuevas técnicas genómicas, entre ellas CRISPR, que ya se aplican con éxito en otros países. Los expertos reclamaron una normativa europea ágil, predecible y basada en la ciencia, alejada de restricciones burocráticas y de la “sostenibilidad mal entendida” que frena la innovación.
“CRISPR no es transgénico: es precisión y competitividad para el agricultor”, se recordó durante el debate, insistiendo en que España no puede quedarse atrás en el uso de estas herramientas, esenciales para desarrollar cultivos más resistentes a la sequía, plagas y enfermedades.

Biocontrol y fitosanitarios: equilibrio entre sostenibilidad y eficacia
El tercer bloque puso sobre la mesa la necesidad de mantener una “caja de herramientas completa” para el agricultor, combinando biocontrol con productos fitosanitarios eficaces y seguros.
Los participantes alertaron de que, en la actualidad, la UE ha cancelado 86 materias activas, renovado 45 y aprobado solo 6 o 7 en los últimos tres años, lo que está reduciendo la capacidad de defensa de los cultivos europeos frente a plagas y enfermedades.
Se reclamó una revisión del Reglamento 1107/2009, incluyendo un sistema de autorización provisional, una renovación solo cuando existan nuevos datos y un reconocimiento mutuo más ágil entre Estados miembros. También se pidió una regulación clara para el uso de drones en la aplicación de productos fitosanitarios.
“Sin alternativas reales, la sostenibilidad se convierte en impotencia”, señaló el presidente de ASAJA, Pedro Barato, quien clausuró la jornada defendiendo “una agricultura moderna, profesional y rentable, basada en la ciencia y no en la prohibición”.

Compromiso con el futuro del campo
El presidente de Corteva Agriscience para España y Portugal, Manuel Melgarejo, reafirmó el compromiso de la compañía:
“Desde Corteva, mantenemos un firme compromiso con los agricultores y con una colaboración abierta con las instituciones y administraciones para dotar de herramientas suficientes al campo. Pero para ello, necesitamos un marco legislativo con criterios basados en la ciencia, predecible y claro, que permita avanzar con confianza hacia una agricultura más sostenible, productiva y resiliente”.
La jornada concluyó con un mensaje compartido por todos los participantes: la agricultura no es el problema, sino parte de la solución. Ciencia, innovación y sostenibilidad deben avanzar juntas para garantizar el futuro del campo español.



