Estos animales, después de llevar varios días sin comer, y sin apenas poder resguardarse en campo abierto en parajes que superan ampliamente el metro y medio de nieve, corren el riesgo de morir por un fallo multiorgánico si no se les aporta comida en el plazo más breve posible. ASAJA le ha trasladado al subdelegado del Gobierno en León está petición de forma colectiva, y le ha pedido que se pongan a disposición del sector los medios del Estado para atender esta situación tan excepcional, dando segunda prioridad después de la atención a las personas. La preocupación de ASAJA y de los ganaderos está fundamentada, no solo en el valor económico de los animales, sino también en el sentimiento de procurar evitar el sufrimiento a estos seres vivos garantizando las normas de bienestar animal que se exigen en todo el proceso productivo. Nada hay tan doloroso para un ganadero, en su vida profesional, como ver sufrir y morir a un animal sin poder hacer nada para salvarlo.
Los animales que se encuentran en esta situación, desde la Montaña Oriental leonesa hasta la comarca de Laciana en el límite con Asturias y Galicia, son sobre todo caballos y vacas orientados a la producción de carne que se explotan en régimen extensivo.