El amplio censo de tractores de estas características está justificado porque la mayoría de los agricultores y ganaderos cuando se jubilan no se deshacen de los mismos al destinarlos a hacer una agricultura de autoconsumo o recogida de leña, y porque muchos agricultores profesionales siguen conservando estos tractores para labores menores en la explotación. También en muchos casos hay un componente sentimental que pesa más, para no vender, que el de recuperar una media de 3.000 euros que pueden valer en el mercado.
Siendo cierto que el tema de la seguridad al que alude el Gobierno es importante, no lo es menos que muchos de estos vehículos están desempeñando sus funciones a la perfección, y que debido a su mecánica sencilla y escaso mantenimiento, su vida útil se puede prolongar durante décadas. El agricultor ha hecho con este tema un buen aprovechamiento de los recursos, hasta que ahora el Gobierno ha venido a impedirlo.
Fuente: Asaja León