Samper señalaba que “hay que agradecer a la consejería su papel de aunar esfuerzos, el último año ha sido especialmente duro y tenemos encima un problema muy grave, pues el actual borrador de la PAC deja fuera de un plumazo a más del 50% de la ganadería y eso no lo podemos permitir”.
Las organizaciones agrarias coinciden en señalar los malos resultados del modelo actual de ayudas, con una política ligada a la hectárea y no a los animales, por lo que se produce una extorsión de la realidad. Por ello Samper pide “que se pague a cada uno por lo que hace; Aragón es una potencia en intensivo y en extensivo y tenemos que defender nuestra cabaña ganadera”.
La intención de la consejería es defender que se llegue a un pago acoplado cuanto más elevado mejor, algo que se cifra en un 20% como mínimo y que tiene el consenso de las opas; según Modesto Lobón, consejero aragonés, el ministerio es sensible a estos planteamientos, para que Aragón no siga perdiendo cabaña ganadera, pues en la última década ha descendido en casi 1 millón de cabezas de extensivo, y el sector teme que “si continuamos con el pago desacoplado, la crisis, la sequía, el aumento de los costos de producción, etc. apuntan a que seguiremos perdiendo explotaciones, cabezas y ganaderos porque esto es insostenible”.