El trabajo de miles de autónomos del sector agroalimentario constituye hoy un pilar esencial de la economía y del tejido rural de España. En 2024, el sector agroalimentario generó 2.510.035 empleos —es decir, el 11,5 % del empleo total del país— y aportó un valor añadido bruto (VAB) cercano a los 125.160 millones de euros, con un crecimiento del 3,9 % respecto al año anterior.
Las más de 915.000 explotaciones agrarias y casi 30.000 empresas de transformación de alimentos no solo abastecen el mercado interior, sino que sitúan a España como la cuarta potencia exportadora agroalimentaria de la Unión Europea y octava a nivel mundial.
En este escenario, los autónomos —agricultores, ganaderos, operadores de pequeñas industrias alimentarias, artesanos rurales o emprendedores del medio rural— son protagonistas: su esfuerzo diario garantiza la producción sostenible, el mantenimiento de oficios tradicionales y la fijación de población en territorios que, sin su actividad, estarían en riesgo de despoblación.
La campaña “Autónom@s al frente: visibilidad, valor y futuro rural”, financiada por la Vicepresidencia Segunda del Gobierno y Ministerio de Trabajo y Economía Social, tiene como objetivo destacar este papel crucial: visibilizar la contribución real del autoempleo agroalimentario, dignificar su vocación, fomentar nuevas generaciones emprendedoras en el medio rural —especialmente mujeres y jóvenes— y reforzar la percepción social del sector como motor de innovación, sostenibilidad y desarrollo.
Más allá de los números, este esfuerzo representa un compromiso con la soberanía alimentaria, la conservación del patrimonio rural, el arraigo territorial y la generación de oportunidades en zonas que corren el riesgo de perder población e identidad. Las historias de quienes mantienen vivos pueblos, cultivos y tradiciones ofrecen una mirada potente sobre lo que significa emprender por cuenta propia cuando el entorno no facilita lo fácil: requiere valentía, compromiso y una apuesta por un proyecto de vida.
Con esta campaña, se aspira no solo a poner en valor a quienes ya trabajan cada día por sostener el campo, sino también a inspirar a quienes pueden imaginar un futuro distinto: uno donde ser autónomo rural sea sinónimo de dignidad, oportunidad y esperanza.
Autónomos al frente:
