Según los últimos datos oficiales, las salidas de aceite de oliva han alcanzado las cifras más altas de los últimos 10 años en un mes de julio a nivel nacional. Durante el mes de agosto se han producido unas salidas de 84.335 toneladas, sin contar importaciones, según se desprende de los datos aportados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) a fecha de 31 de agosto. En cuanto a la producción acumulada, la cifra es de 1.415.729 toneladas.
Las existencias totales de aceite —es decir, de productores, más distribuidores y Patrimonio Comunal Olivarero— a 31 de agosto ascienden a 404.613 toneladas de aceite, de las cuales 235.426 toneladas se encontraban en manos de los productores, 165.842 toneladas de los envasadores y 3.344 toneladas en el Patrimonio Comunal Olivarero. Si las salidas siguen en la misma línea que los meses anteriores, se llegará a inicios de la siguiente campaña con un enlace muy corto.
Este incremento de las salidas, sobre todo las del mes de julio, se puede justificar en gran medida por el aumento de las exportaciones de aceite de oliva ante la amenaza de los aranceles del 15 %, justo antes de entrar en vigor los aranceles del Gobierno de Estados Unidos el pasado 7 de agosto.
Las previsiones pasadas de una gran cosecha se están esfumando por varias causas, entre las que destacan la vecería propia del cultivo del olivar, las altas temperaturas del mes de mayo que afectaron a los olivares en flor de algunas zonas, los ataques de plagas que no afectan a la calidad pero sí a la producción, y el estrés hídrico y las altas temperaturas de los meses de julio y agosto, que están afectando al desarrollo de la aceituna en toda la península ibérica.
Ante esta situación, el mercado ha reaccionado y la cotización de los AOVE ha superado la barrera de los 4 euros.
Fuente: Servicios Técnicos de ASAJA