Desde la primera Norma de Calidad, aprobada en 2001, ASAJA ha pedido reiteradamente que se incrementen los controles y que éstos sean similares en el sector ganadero y en la industria, porque, hasta ahora, gran parte del peso de éstos recaía en los ganaderos de porcino ibérico. La nueva Norma consigue equilibrar los controles, al reforzar la trazabilidad en la Industria, mediante un nuevo sistema de precintos de jamones y paletas que se colocarán en el matadero y que serán de un color diferente para cada calidad: precinto negro (jamón de bellota 100% ibérico), rojo (jamón de bellota ibérico), verde (jamón de cebo de campo ibérico) y blanco (jamón de cebo ibérico).
El texto final aprobado hoy logra un difícil equilibrio entre las distintas producciones, equilibrio que ha costado casi dos años de negociación entre el sector y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) y que aunque, la norma genera matices por parte de cada una de ellas, recoge las principales demandas de los distintos sectores, tipos de producción y regiones productoras de ibérico.
Todas las novedades que introduce esta nueva Norma van orientadas a mejorar la calidad del producto final, los controles en toda la cadena de producción y la información al consumidor, destacando una carga ganadera menor en montanera, nuevas denominaciones de producto donde la alimentación irá colocada antes que la raza (100% ibérico o ibérico), tiempos superiores de curación de jamones y paletas, pesos mínimos más altos y un etiquetado mucho más estricto. Este esfuerzo adicional deberá ir acompañado de una mejora en los precios que recibe el ganadero, de forma que compense el incremento de los costes que supondrá.
Por todo ello, ASAJA considera que la Norma de Calidad supone un avance importante con respecto a la anterior, pero es necesario que se controle su aplicación desde el primer día, por parte de todas las administraciones públicas competentes, ya que la falta de controles rigurosos fue el principal problema de las normas anteriores.