De cara a la próxima cumbre de Jefes de Estado y Presidentes de Gobierno que se celebrará mañana, día 22 de noviembre y el próximo viernes día 23 en Bruselas, y donde se intentará alcanzar un acuerdo en materia de Perspectivas Financieras para el periodo 2014-2020, ASAJA-Sevilla insta al presidente del Gobierno a que defienda con la mayor contundencia un presupuesto fuerte que permita afrontar la Reforma de la PAC, recordando que España es el segundo perceptor de fondos agrícolas, y que solo estos fondos darán en el futuro un saldo positivo en relación con nuestra aportación a la UE.
El montante actual de las ayudas PAC es una “línea roja” que no se debe traspasar en la negociación. Ya el propio Parlamento Europeo se ha manifestado rechazando introducir nuevos recortes en el presupuesto de la PAC. Esta política, eje central de la Unión Europea desde su constitución, llegó en los años 80 a absorber el 71 % del presupuesto global de la Unión Europea. Hoy en día recibe poco más del 40 %, lo que equivale a solo el 0,37 % de todo el PIB de la Unión Europea. Si se consagra esta reducción presupuestaria propuesta, su peso se reduciría aún más, no llegando al 35 % del presupuesto comunitario.
Las últimas noticias comunitarias sobre la intención del Presidente del Consejo Europeo, Van Rompuy, de sacrificar aún más el presupuesto agrario 2014-2020 para lograr satisfacer a Alemania en su exigencia de limitar el presupuesto Europeo a un 1% de la Renta Nacional Bruta (RNB) significan un grave atentado a la agricultura europea, y supone un sacrificio inasumible por los productores agropecuarios europeos, y especialmente por los españoles, expuestos a la mayor crisis de costes de producción, rebaja de precios percibidos, y merma de las rentas en sus explotaciones.
Las propuestas del Presidente Van Rompuy para alcanzar un acuerdo en Bruselas van incluso más allá de la propuesta de la Presidencia chipriota de la UE, realizada hace unos días, y de prosperar esta propuesta presidencial se aplicaría una reducción adicional a la PAC del 6%, a la ya propuesta en el documento de perspectivas financieras presentado por la Comisión en junio de 2011, en el que la Comisión Europea proponía ya una reducción de las ayudas de la PAC de un 12%. Por lo tanto nos iríamos a una reducción total del 18 %. ASAJA-Sevilla quiere expresar su rechazo más radical a este nuevo recorte, que de prosperar supondría que Andalucía perdería 2.346 millones de euros en ayudas a su agricultura.
A este recorte en ayudas a los agricultores y ganaderos habría que añadir otros 285 millones de euros en ayudas al desarrollo rural (aportación FEADER), y cuyo destino también es el agrícola.
El presidente Rompuy, que en lugar de buscar una Europa más fuerte parece decantarse por hacer concesiones a los países más euroescépticos, propone una nueva reducción en la única partida que ya se había reducido en la propuesta inicial de las perspectivas financieras de la PAC.
Desde ASAJA-Sevilla instamos a nuestro Gobierno a que se alinee junto a Francia y el resto de países defensores de la PAC y defienda a ultranza y con la mayor firmeza la necesidad de mantener un presupuesto agrícola suficiente para poder afrontar los numerosos retos de la agricultura y de la sociedad europea, recordando que nuestra agricultura garantiza, además de unos productos de máxima calidad y seguridad, a precios razonables, el equilibrio y conservación de nuestros territorios, el tejido socioeconómico en los numerosos pueblos de España y el patrimonio natural y la biodiversidad en más del 80 % de nuestro país.
Actualmente nuestra región recibe 2.000 millones de euros anuales de la Política Agraria Común (PAC), un presupuesto fundamental para garantizar la supervivencia y la rentabilidad de las explotaciones agrarias.
El presidente de ASAJA-Sevilla, Ricardo Serra, ha mostrado su indignación con esta propuesta que considera “inaceptable e incoherente, por lo que desde ASAJA-Sevilla la rechazamos radicalmente”. Hay que tener en cuenta que el 40% de los ingresos de los agricultores y ganaderos provienen de estos apoyos, con lo cual un recorte de esta magnitud supondría acelerar más aún la desaparición de los agricultores y ganaderos.
Ricardo Serra sostiene que la PAC ha de contar con un presupuesto suficiente y mantener el nivel de apoyo que brinda a los agricultores, puesto que el pago único constituye el único salvavidas al que pueden agarrarse más de 250.000 agricultores y ganaderos andaluces que luchan por mantener ésta actividad y que han de soportar la doble presión del incremento del coste de los inputs y el hundimiento de los precios en origen. En los próximos años la PAC constituirá la principal vía de retorno de los fondos que aporta nuestro país a la UE, lo que debe suponer un acicate adicional que impida la más mínima duda de nuestros gobernantes a la hora de defender estos fondos.
Tal como manifiesta Serra, es incoherente recortar ayudas a los agricultores en un momento en el que las principales potencias agrícolas -EEUU, Brasil o China- están aumentando las suyas y cuando, además, todos los organismos internacionales -como Banco Mundial, FMI o FAO- aconsejan invertir más dadas las crecientes necesidades de producir alimentos ante una población mundial en aumento, que según la ONU, alcanzará en 2050 los 9.000 millones de habitantes.
