Después de un otoño relativamente tranquilo en cuanto a robos se refiere, probablemente motivado porque la última crecida del Guadalhorce del pasado mes de septiembre dejó campos anegados y cuantiosos daños que restaron atractivo para los ladrones, y ahora que el campo retoma la normalidad – a pesar de que las ayudas prometidas no han llegado y el esfuerzo de los agricultores está siendo tremendo- vuelven los robos al campo.
Así lo llevan denunciado desde hace unos días numerosos socios afectados, propietarios de distintos cultivos en distintas comarcas de la provincia. Los productos más codiciados son la aceituna, sobre todos en Antequera y Alameda; el aguacate de la Axarquía y el Guadalhorce y la alcachofa, también del Valle del Guadalhorce, fundamentalmente.
Según explica Baldomero Bellido, técnico de olivar de Asaja Málaga, el pasado fin de semana robaron a tres socios de la zona más de 10.000 kilos de aceitunas. Y sólo son un ejemplo de lo que ocurre estos días en el campo. Como se recordará, la campaña de este año se prevé muy corta, de hecho, en algunas zonas ya está llegando a su fin, pero el fruto se está cotizando más que en campañas anteriores debido a esa escasez, lo que está generando un incremento importante de robos en la zona. Según Bellido, a estas circunstancia habría que sumarle otra explicación que posiblemente aclare este repunte en Málaga, y es que la campaña de aceituna ya ha terminado en zonas cercanas, como Sevilla, y los cacos se trasladan allí donde hay material para robar. Ahora tocas nuestra provincia.
La alcachofa, un clásico
Otro de los productos que atrae de manera considerable a los ladrones por estas fechas es la alcachofa, un producto que se vende bien y caro en el mercado negro. Francisco Torres es socio de Asaja Málaga y posee una explotación de alcachofas que cuida con esmero. Torres viaja a Tudela (Navarra) en busca de un producto exquisito, la variedad blanquilla, y tras cuidar con dedicación esta verdura, de carácter delicado, ve cómo se la roban año tras año y los ladrones quedan impunes. Harto ya de tanto asalto, este año ha vuelto contratar a un guarda que vigile el producto porque ya ha sido víctima de las primeras sustracciones tras la Navidad.
En ese sentido, Asaja Málaga pide a los consumidores que no compren verdura robada. En el caso de la alcachofa es fácilmente reconocible: los ladrones, con las prisas, suelen degollar la alcachofa, es decir, apenas le dejan palo. En cambio, los agricultores, resalta Torres, siempre suelen dejarle entre cuatro o cinco dedos de longitud al tallo.
En Málaga hay unas 600 hectáreas de alcachofas sembradas, que el año pasado, dejaron una facturación cercana a los 7 millones de euros en la provincia.
Una patrulla amiga
En la zona de la Axarquía, donde se cultivan productos tropicales que se venden, en su mayoría, en Europa, los robos también se cuentan por decenas cada año. La campaña del mango, que comenzó a finales de verano, ha sido relativamente tranquila según comentan los agricultores: ha habido robos, porque en el campo siempre los hay, pero de forma más moderada que en otras campañas.
Ahora mismo, el producto más cotizado por los ladrones es el aguacate. La oficina de Asaja en Vélez Málaga ha recibido el aviso de varios agricultores que están advirtiendo de un repunte, según comenta su responsable, Benjamín Faulí. Y así se lo ha comunicado a la Policía Local, que mantiene un contacto continuo con los agricultores de la zona durante todo el año.
Tanto es así que hay una pareja destinada a la vigilancia de los accesos a las explotaciones. Según han indicado fuentes policiales, se intenta que siempre sean los mismos agentes los que vigilen los accesos, para así poder controlar cualquier persona o vehículo extraño en las inmediaciones. Carlos Blázquez, presidente de Asaja Málaga, agradece esta intensa colaboración porque los efectos disuasorios de estas medidas son tremendamente eficaces y pide que se extienda a otros municipios. “A veces los agricultores se sienten muy desprotegidos y medidas como estas son muy importantes para nosotros. Entendemos que vigilar el campo en su totalidad es harto complicado, pero si se pueden adoptar una serie de medidas efectivas que amortigüen el efecto de los robos. Estamos muy agradecidos”.
Pero tal y como comentan desde la Policía Local de Velez Málaga y así lo traslada Asaja Málaga a sus socios, es fundamental que los agricultores denuncien sus robos, todos, por pequeños que estos sean, ya el Ministerio de Interior se basa en unas estadísticas para elaborar su plan de trabajo y es necesario que consten todos los incidentes que se producen.