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Asaja Madrid con la primera edición de la feria de la miel de la Comunidad de Madrid

El aula medioambiental Las Vaquerizas de la población madrileña de Tres Cantos acogió durante este fin de semana la primera edición de la Feria de Miel de la Comunidad de Madrid, una iniciativa impulsada por la Asociación de Apicultores Madrileños (APISCAM) y el Ejecutivo autonómico que contó con el apoyo de Asaja Madrid, representada por su presidente Francisco José García, y la participación de varios de sus asociados.

La Feria viene a poner en valor la importancia del sector por el papel clave de las abejas como agentes polinizadores y, por tanto, la conservación de los ecosistemas naturales, así como su contribución al sostenimiento económico del mundo rural. La Comunidad de Madrid cuenta actualmente con 624 apicultores y 17.111 colmenas que, en 2023, consiguieron una producción de 253 toneladas. En los últimos diez años el incremento de colmenas registradas en la Comunidad asciende a un 77%.

La feria, donde se abordaron los retos de futuro, las amenazas del presente y las maravillas de la actividad per se, se convirtió en el escenario ideal para concretar la entrega de los premios del VII Concurso de las Mejores Mieles de la Comunidad, elegidas por los miembros del Panel Nacional de Catadores de Miel entre más de 40 participantes y con premiación para las categorías miel clara, miel ámbar y miel oscura.

En miel clara el premio 2025 fue para Ángel Gismero, de Los Santos de la Humosa, con José Julio de Mingo, de Anchuelo, en segunda posición. En miel ámbar el ganador fue Jonathan Varela, de Villar de Olmo, con Elisabet Arroyo, también de Villar de Olmo, en segunda posición. José Llaxacondor, apicultor de Bustarviejo, y Fernando Robles, de Oteruelo del Valle, fueron el primer y el segundo clasificado entre las mieles oscuras.

Esta primera edición de la feria contó con un mercado de productores donde se podían encontrar diferentes productos derivados de la apicultora, desde la propia miel hasta pólenes, cremas o diferentes tipologías de velas elaboradas con cera de abeja. Degustaciones, talleres, charlas… APISCAM también sorprendió con un pequeño panal donde se podía contemplar el frenético trabajo de las abejas.

“Dentro de nuestro sector podemos hablar de dos figuras: el profesional o el semiprofesional, y el que denominamos hobbista”, explica José Jiménez, presidente de APISCAM. “El hobbista es el que no quiere llegar a ser gran productor, sino que le gustan las abejas, le gusta disfrutar del campo; que conoce, y sabe, del verdadero valor de la abeja, las entiende y las valora y trabaja sus dos, sus cuatro colmenas. No solamente es la miel o la cera, sino la polinización. El gran bien de la abeja es la polinización. Hay mucha gente que defiende la abeja, que se está integrando en ella, y luego a través de diferentes asociaciones, como APISCAM, tienen a su disposición sitios donde pueden aprender los procesos, donde pueden instalar sus instalar sus primeras colmenas, donde evolucionar y, después, poder independizarse”.

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