ASAJA-Jaén acoge con alegría las precipitaciones de estos días. Luis Carlos Valero, gerente de la organización, insiste en que no son “sino una gran noticia para el campo”. En primer lugar, porque mejorarán la maduración de la aceituna, lo que se traducirá en un mejor rendimiento graso del fruto para la inminente campaña. En segundo, porque el olivo necesitaba con urgencia el agua para superar el fuerte estrés hídrico provocado por la sequía de los últimos meses. Además, el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén hace especial relevancia en la “ayuda” que la lluvia supone para el sector ganadero, “asfixiado por la compra de pienso ante la falta de pastos”.
Las lluvias que caen en la provincia desde el miércoles no son sino una gran noticia para el campo jienense. A la espera de que sigan cayendo precipitaciones de forma continuada, ASAJA-Jaén confía en que el agua de estos días propicie un estado de maduración óptimo para la aceituna. A pesar de que hay mucho menos fruto en el árbol por la sequía del pasado año, Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de ASAJA-Jaén indica que el olivo se encuentra actualmente sintetizando la aceituna en forma lipídica y que “mientras que la temperatura aguante y no vengan los fríos, lo seguirá haciendo”. Esto se traduce en una mayor y mejor formación del aceite y, por tanto, del rendimiento de la aceituna.
Valero asegura que las precipitaciones de estos días “no son sino alegría para el campo”, y destaca que, además de mejorar el fruto para la inminente campaña, el olivar requiere de agua para superar el estrés hídrico que la sequía le ha provocado. En cuanto a los pantanos, explica que, hasta que no se registren unos 40 litros por metro cuadrado de forma continuada, no se producirán las llamadas escorrentías, que son las que llenan los embalses. “Esperemos que siga lloviendo y que los embalses se recuperen”.
Además de todo esto, Valero centra especial atención en la situación del sector ganadero. “La falta de lluvias y su consiguiente traducción en escasez de pastos ha asfixiado en demasía a los ganaderos que, con estas precipitaciones ven la posibilidad de empezar a dejar de comprar pienso para alimentar a su ganado”, apunta.