La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila exige, con carácter de urgencia, la adopción de medidas excepcionales por parte del Gobierno de España y de la Junta de Castilla y León tras el pavoroso incendio de Navaluenga, que ha arrasado más de 1.500 hectáreas de monte y pasto, afectando gravemente a explotaciones ganaderas de la zona.
Desde ASAJA Ávila denunciamos nuevamente la inacción preventiva por parte de las administraciones competentes, lo que contribuye a incrementar la magnitud del desastre en los incendios. La ganadería extensiva, una actividad fundamental para el equilibrio medioambiental, la fijación de población y el mantenimiento del medio rural, esperemos que no vuelva a ser la gran olvidada por quienes solo se acuerdan del campo cuando aparecen las cámaras.
ASAJA destaca el drama humano y económico que supone este incendio: fincas calcinadas, forrajes destruidos, pilas de heno arrasadas por las llamas y una total incertidumbre sobre los pagos de la PAC ligados a la superficie.
ASAJA exige de manera inmediata:
Suministro de forraje y paja para todas las explotaciones ganaderas damnificadas, con planificación a medio plazo que garantice la alimentación durante el otoño e invierno.
Autorización de oficio, sin demora, del levantamiento del acotado de los pastos en todas las zonas quemadas, con el fin de garantizar que los ganaderos puedan percibir íntegramente las ayudas de la PAC correspondientes a este año y a los ejercicios venideros. Esta medida debe aplicarse conforme al artículo 92 de la Ley de Montes de Castilla y León, ya modificado precisamente para permitir estas excepciones en situaciones catastróficas como la vivida en Navaluenga.
ASAJA denuncia la postura intransigente que mantiene el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Ávila, que continúa manteniendo acotados numerosos pastos calcinados en incendios ocurridos en los últimos cinco años en la provincia, impidiendo que muchos ganaderos puedan trabajar y acceder a las ayudas que les corresponden por derecho. La organización reclama que no se limite esta medida exclusivamente al incendio de Navaluenga, sino que se proceda al levantamiento de todos los acotamientos aún vigentes, sin discriminación. Todos los ganaderos merecen el mismo trato y el mismo respeto: todos los ganaderos son hijos de Dios.
Condonación o reducción del pago por aprovechamiento de pastos comunales en los municipios afectados.
Declaración de zona afectada gravemente por una emergencia de Protección Civil (declaración de zona catastrófica).
Ayudas directas e inmediatas al sector por parte del Ministerio de Agricultura y el Ministerio para la Transición Ecológica, evitando la lamentable situación vivida tras el incendio de Navalacruz, donde las promesas del Gobierno de España y su presidente Pedro Sánchez quedaron en papel mojado.
Este incendio no es solo una tragedia ambiental, es un golpe directo al corazón del medio rural. La ganadería no entiende de fines de semana, ni de vacaciones. Requiere cuidados y alimentación diaria. Por eso, instamos a las administraciones a dejar de lado la propaganda y el folclore, los discursos vacíos y la burocracia, y a actuar con la rapidez que la situación exige.
Desde ASAJA Ávila seguiremos al lado de nuestros ganaderos, luchando por que no se les abandone y para que no se repita, año tras año, la misma historia de desidia institucional y promesas incumplidas.
Fuente: ASAJA Ávila