Los habitantes del los pueblos de la provincia, la mayoría de una avanzada edad y con dificultades para desplazarse a otras localidades o cabeceras de comarca a recibir los servicios básicos, se sienten desatendidos en cuestiones tan perentorias como preservar la salud o prevenir y curar la enfermedad, y no entienden que al pueblo pueda llegar el panadero, el carnicero o el pescadero, y que el último en incorporase a prestar el servicio sea el médico o el ATS. ASAJA entiende que ya no hay excusas posibles, y que los consultorios y los centros de salud de las comarcas tienen que funcionar todos ya y con absoluta normalidad.
Todo apunta a que estos meses de julio y agosto llegarán a los pueblos de vacaciones más personas que un año normal, lo que contribuirá en cierta medida a mover la economía local y comarcal. Esta mayor concurrencia de personas a pasar sus vacaciones o unos días en el pueblo, es incompatible con una sanidad rural como la actual que desatiende a los pacientes en las necesidades más básicas, y que da una imagen patética de cómo se gestiona este servicio público en nuestra comunidad autónoma. Nadie va a venir a los pueblos de Castilla y León sabiendo que la asistencia sanitaria es tan deficiente, y menos las personas mayores, por lo general con diversas patologías, que necesitan un seguimiento de las mismas que hoy no está garantizado.
Fuente: Asaja de León