La posición del Gobierno de Castilla-La Mancha en las negociaciones de la Reforma de la PAC, la gestión del Ejecutivo de las ayudas comunitarias y los graves efectos de la sequía en el campo, serán algunos de los temas que el Comité Ejecutivo provincial de ASAJA tratará con Rogelio Pardo durante la reunión que se celebrará mañana, a partir de la una, en la Delegación de la Junta.
La futura PAC que comenzará en 2014, es uno de los temas clave para los agricultores y ganaderos de la Región, por lo que ASAJA insistirá en que el Ejecutivo regional debe trasladar al Ministerio de Agricultura las peculiaridades del campo de Castilla-La Mancha y, más concretamente, de la provincia de Cuenca, para que la posición española frente a la Reforma de la PAC las contemple durante las negociaciones.
ASAJA recuerda que los agricultores y ganaderos conquenses producen alimentos de calidad bajo estrictos criterios medioambientales y de bienestar animal, entre otros muchos que demanda la sociedad, que multiplican sus costes y limitan su rentabilidad y que, por ello, es inadmisible una reducción del presupuesto de las ayudas de la PAC. Del mismo modo, la Organización insiste en que el sector agrario es el único que está inyectando liquidez al sistema financiero.
Por otro lado, ASAJA recuerda que la sequía ya está afectando a toda la superficie de cereales, leguminosas y proteaginosas de la provincia, así como a la futura campaña de girasol, cuya siembra y desarrollo del cultivo estarán condicionados también por la falta de agua. Además, la ausencia de lluvias está poniendo la puntilla a los ganaderos de extensivo, obligándoles a afrontar un importante sobrecoste en la alimentación de los animales, por lo que la Organización considera imprescindible que el Gobierno Regional haga llegar al campo hasta el último euro posible de las ayudas comunitarias, en tiempo y forma.
Por último, ASAJA urgirá a Pardo a que ponga en marcha medidas preventivas para evitar los daños de las especies de caza mayor en el cultivo de girasol, que se repiten cada año, y que no espere, como en el caso de la plaga de conejos, a que se convierta en una situación de emergencia para abordar el problema. En este sentido, la Organización pedirá un plan de control de la plaga de conejos que contemple medidas durante todo el año.