Asaja ha mostrado su “preocupación” por la actual situación, por lo que se hace necesario “aumentar los medios en la mejora de la vigilancia en el campo” y que las instituciones públicas se impliquen realmente para “hacer frente a una realidad que perjudica a los agricultores de nuestra provincia”.
Desde la organización agraria, se pide que se cumplan realmente las penas, un endurecimiento legislativo y una mayor eficiencia en la aplicación por parte de los tribunales del Código Penal porque se está viendo que es preciso, ya que los números de robos no dejan de ser constantes en los últimos días.
Estos hechos pueden acarrear consecuencias aún más negativas, porque cualquier día puede ocurrir algún incidente más grave, por lo que se hace necesario una intervención rápida y eficaz; y es por ello que Asaja ha decidido acudir al Defensor del Pueblo.
Y es que en el campo se llega a robar de todo como son productos agrícolas, (especialmente aceituna), cobre, sistemas de riego, aperos de labranza, maquinaria o abonos; en definitiva, todo lo que pueda venderse. A lo sustraído, hay que sumar los daños en las instalaciones y los estragos en las campañas, porque, por ejemplo, los automatismos de riego no se colocan de un día para otro.
Por ello, es preciso “seguir avanzando” en la línea que se comenzó con la creación de los Equipos ROCA de la Guardia Civil tras muchos años de reivindicaciones por parte de Asaja y los agricultores, consiguiendo que finalmente se activara esta unidad.
Junto a ello, “es importante también un plan de inspección de puntos de compra sospechosos de aceituna robada y que se siga trabajando para que el Código Penal sea más duro para este tipo de delitos”.