Pese a que la Unión Europea contempla para 2026 el cuaderno digital, el Gobierno español ha sido el primer país en imponerlo: a partir del 1 de septiembre de 2023 para determinadas explotaciones y a partir del 1 de julio de 2024 para el resto.
La organización agraria argumenta que “el sector ya está cumplimentando un cuaderno de explotación y está de acuerdo con ir hacia la digitalización, pero decretar un cuaderno digital con tanta precipitación significa un cambio profundo en la manera de trabajar la parte administrativa, ante la cual una gran cantidad de productores no están en absoluto preparados por los desconocimientos informáticos y por los importantes sobrecostes económicos que recrudecen la crisis de rentabilidad”.
Asaja Córdoba critica que en un sector donde la edad media de los titulares supera los 64 años, “el Gobierno adelanta el cuaderno digital sin establecer un plan de formación a los agricultores, sin especificar ningún apoyo a aquellos que no tienen medios digitales y sin aclarar que habrá organismos públicos y gratuitos que tramiten adecuadamente el cuaderno digital a las personas interesadas”.
En cuanto a los sobrecostes económicos, advierte de que “muchos productores ya tienen bastante con cultivar sus campos y sobrevivir a duras penas para, ahora, pagar además los servicios de administrativos e ingenieros agrónomos.
Por eso, la organización agraria reitera al Gobierno español que “escuche al sector, atienda las reivindicaciones de las comunidades autónomas y reconduzca este despropósito”.
Fuente: Asaja Córdoba