Tras el incendio de la semana pasada en las inmediaciones de la sierra cordobesa, ASAJA Córdoba demanda la elaboración de un Plan de Aprovechamientos Integral para todos los montes andaluces y de la provincia de Córdoba por parte de las diferentes Administraciones, sobre todo por parte de la Junta de Andalucía y los Ayuntamientos.
La superficie forestal en Andalucía y por supuesto en la provincia de Córdoba tiene una enorme potencialidad en términos económicos, ecológicos, culturales y sociales por lo que cobra una especial relevancia el mantenimiento y el aprovechamiento de los montes, siendo esta la mejor y más efectiva labor de prevención contra los incendios forestales que cada verano cíclicamente asolan nuestros bosques.
Corcho, madera, setas, leñas, frutos, bellota, biomasa, son una muestra de los diversos aprovechamientos forestales que desde tiempo inmemorial y hasta hace bien poco se ejecutaban en los montes andaluces y que por diversos motivos ya no son realizados en su integridad. Como consecuencia de esta inacción, los terrenos forestales se ven abocados a una situación de abandono e incremento exponencial del combustible forestal en forma de vegetación incontrolada, cuya única válvula de escape – más tarde o más temprano – es la de la acción altamente destructiva del incendio forestal.
En opinión de ASAJA Córdoba, la gran cantidad de superficie forestal de titularidad pública, más de 57.000 ha en la provincia de Córdoba, hace inexcusable por parte de las diferentes Administraciones, sobre todo por parte de la Junta de Andalucía y los Ayuntamientos, la elaboración de un Plan de Aprovechamientos Integral para todos los montes andaluces y de la provincia de Córdoba.
De esta forma, según Asaja Córdoba, se conseguirían tres objetivos principales:
– La puesta en valor del recurso forestal a través de la consecución mediante dichos aprovechamientos de los numerosos beneficios económicos y ambientales que el monte pude proporcionar.
– La creación de numerosos puestos de trabajo y miles de jornales que permitiría la fijación de la población a un medio que adolece de graves problemas demográficos como es el mundo rural.
– La obtención de unos montes en un óptimo estado de conservación a través de la explotación racional de estos aprovechamientos, lo que provocaría una disminución radical de un fenómeno tan altamente destructivo como son los incendios forestales.