En primer lugar, la falta de plantas e injertos de uva en los viveros, está condicionando a los productores su planificación de la campaña. Una mala programación en el trabajo de los viticultores puede desencadenar pérdidas económicas, además de que existe el peligro de que a los agricultores incluidos en los Planes de Reestructuración del Viñedo 2009 se les caduquen los derechos de replantación sin haber podido utilizarlos en plazo, teniendo incluso que renunciar al cobro de la subvención pendiente de ejecutar en su expediente.
ASAJA de Castilla-La Mancha ya ha planteado una opción a la Administración para solventar dicha situación: una prórroga para la finalización de dichos planes. Pero, aunque el contacto con la Administración está presente, los viticultores por el momento no han obtenido respuesta.
Otra cuestión sin resolver es la referente al posible cambio en la normativa comunitaria que regula la definición del brandy (Reglamento CE 110/2008), ya que hay intereses partidarios de utilizar otros alcoholes de uso de boca, de origen agrícola, pero sin contar con la uva, lo que provocaría un excedente de vino y la consiguiente bajada del precio de la uva y una pérdida en ventas para todo el sector vitivinícola regional.
Ante este asunto, tampoco contamos con información oficial. De momento, ASAJA de Castilla-La Mancha lo ha hecho público, y el Comité de Gestión celebrado esta semana en Bruselas no ha tratado la cuestión.
Pero el debate está abierto y sería necesario adelantarse a los acontecimientos y defender los intereses de los viticultores, que en materia de vino, España pinta mucho y Castilla-La Mancha, más.
Tampoco existe respuesta en relación a cómo quedará la liberalización de los derechos de plantación del viñedo. ASAJA de Castilla-La Mancha defiende el mantenimiento de los mismos, por ser vital para generar la estabilidad y la confianza que el sector necesita dentro del difícil escenario de los mercados en estos momentos.
Por último, pero no menos importante, también está pendiente de saber qué ocurrirá a partir del 2014 con las medidas de apoyo a los viticultores incluidas en la OCM, si entrarán al régimen de Pago Único o se mantendrán como actualmente. ASAJA de Castilla-La Mancha defiende que los viticultores deben seguir recibiendo un apoyo directo.
Por tanto, y a modo concluyente, ASAJA de Castilla-La Mancha exige a la Administración que ofrezca respuestas a la situación de incertidumbre que pasa el sector vitivinícola, por el bien de un sector estratégico en esta región como lo es del vino. Mientras tanto, la Organización Agraria continuará colaborando con la Administración para dar una visión de las cuestiones únicamente desde un punto de vista profesional.