ASAJA recuerda que es el propio agricultor el primer perjudicado en unos siniestros que nadie desea provocar.
El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, ha remitido una carta en la que expresa la preocupación de la Administración por el incremento de incendios forestales en el medio natural con origen agrícola que se han producido en lo que llevamos de Época de Peligro Alto de incendios forestales (EPA), desde el 12 de junio hasta el 22 de julio.
Según precisa en el escrito, en este tiempo se han producido 131 incendios en el medio natural cuya causa directa ha sido el uso de maquinaria y motores, la mayor parte de ellos con inicio en terrenos agrícolas, aunque algunos de ellos han afectado también a terrenos forestales. Estos incendios han quemado 750,57 hectáreas agrícolas y 52,53 hectáreas forestales, según consta en los datos oficiales. Estos datos suponen un incremento del 37,9 % con respecto a la media de los últimos cinco años, que fueron 95 incendios.
Según aclara la carta, por el momento se ha identificado a 17 causantes de incendios por cosechadora, mientras continúa la investigación en el resto de los casos. “Estas personas deberán enfrentarse ahora a un proceso de responsabilidad, por negligencia o accidente, que puede tener consecuencias económicas o penales en función de las circunstancias de cada caso”, se asevera en el escrito.
La Consejería recuerda que, “aunque el incendio sea un accidente, pues se estuviera cumpliendo con toda la normativa en vigor, el responsable del incendio deberá asumir la responsabilidad civil en la que se incluye los gastos de extinción del incendio. En caso de negligencia por no cumplir con lo requerido por la normativa, además, deberá enfrentarse a la correspondiente infracción, bien sea en vía administrativa o penal”.
La Administración indica que “somos conscientes de que es un momento crítico en la actividad agraria y de una gran repercusión económica, por ello queremos ser lo más flexibles posibles a la hora de que los agricultores realicen su actividad, pero en esta campaña hay varios factores que agravan el riesgo de ignición por actividades agrícolas”, como son:
– La extraordinaria abundancia y continuidad de combustible fino muerto como puede ser el rastrojo, substrato en el que se produce la ignición con mucha más facilidad.
– La elevada densidad de cereal que sobrecalienta las máquinas y produce gran cantidad de polvo y restos muy inflamables en su interior.
– La presencia inusual de viento moderado o fuerte que provoca un avance muy rápido del fuego con la primera ignición.
– La recurrencia de episodios periódicos de temperaturas anormalmente altas que aumenta la probabilidad de ignición.
También importante: la Consejería advierte que si bien la normativa a aplicar en materia de uso de maquinaria agrícola, se circunscribe su aplicación a los montes y a la franja de 400 metros de ancho que los circunda, deben extrapolarse preventivamente al resto de superficies, cuando las condiciones de temperatura y viento sean extremas.
Por todo ello, la Junta alerta a los agricultores sobre la necesidad de minimizar las situaciones de riesgo que puedan originar con mayor facilidad la primera ignición, destacando el riesgo que supone cosechar o realizar algunas actividades agrícolas con determinadas circunstancias meteorológicas, e incluso la obligación de parar su actividad. También, la necesidad de mantener en perfecto estado su maquinaria agrícola para que no se produzcan chispas o deflagraciones en su trabajo diario, así como las medidas preventivas que los agricultores deben adoptar para que, en caso de que se produzca una ignición por su actividad, puedan evitar un incendio.
Provocar un incendio tiene consecuencias económicas, sociales, ambientales, humanas y judiciales, en primer lugar, y sobre todo, para el propio agricultor. Por responsabilidad, ASAJA, como no puede ser de otra forma, pide la máxima precaución a los agricultores, y recuerda que «somos precisamente nosotros, los propios agricultores, las primeras víctimas de estos siniestros». Sin embargo, recuerda que no es fácil afrontar las tareas de cosecha puesto que hay que realizarlas en un corto periodo de tiempo y las circunstancias climáticas muchas veces son complicadas.