Desde que tuvo conocimiento de la posibilidad de que se aprobaran estas normas, ASAJA expresó sus críticas, en primer lugar porque no garantiza el objetivo que pretende, mejorar la gestión de los nitratos, y sí por el contrario implica fuertes gastos e inconvenientes para los ganaderos que gestionan estos residuos y también para los agricultores que los usan como abono orgánico. En Castilla y León, ASAJA expuso hace muchos meses sus dudas en el Consejo Agrario, aunque en todo este tiempo no se ha convocado ninguna reunión por parte de la administración para tratar sobre las consecuencias de este cambio de normativa.
“Lo cierto es que ahora la normativa está aprobada y la dureza con la que se aplique queda en manos de
ASAJA considera imprescindible que
Además, hay que considerar la diversidad de
Hay que recordar que esta modificación se recoge en las normas de la condicionalidad que a partir de esta campaña PAC 2018 deben cumplir los beneficiarios que reciban pagos directos, determinadas primas anuales de desarrollo rural, o pagos en virtud de determinados programas de apoyo al sector vitivinícola. Es decir, su no cumplimiento acarrea penalizaciones en las ayudas. Un tema por lo tanto muy grave, que exige una rápida actuación de