Este año 2014 ha sido duro para el sector hortofrutícola de la provincia sobre todo teniendo en cuenta los resultados que las pizarras de precios nos han estado dejando.
ASAJA insiste en que este inicio de campaña está siendo de los peores de los últimos años, pero es que si volvemos la vista atrás nos damos cuenta de que 2014 ha sido un año nefasto para nuestros precios en origen, protagonizando una crisis que hizo que la pasada campaña tuviera un final adelantado y que estamos viendo repetir en los primeros ciclos de cultivo en esta campaña.
La disminución de la facturación del agricultor ha protagonizado un año en el que se ha confirmado la tendencia peligrosa de “vender más a menor precio” y ASAJA llegados a este punto denuncia que la pérdida de renta está adquiriendo unos niveles totalmente inasumibles e intolerables para el agricultor.
“De estos últimos 12 meses, de los que aproximadamente 2/3 hemos estado en plena producción, en la mitad de este tiempo hemos tenido malos precios”, afirma el Presidente Provincial, Francisco Vargas. Y de hecho este pasado mes de diciembre ha finalizado con una disminución del 43% en el valor en origen de nuestras principales producciones hortícolas. “Si miramos los resultados de este mes de diciembre son para echarse a temblar, la berenjena ha perdido un 66% de valor respecto al mismo mes del año anterior, el pepino un 61% y el calabacín un 40%. Pero también es preocupante la situación de caída de precios en tomate, alrededor de un 30% respecto al año anterior y en pimiento, especialmente acusada en el caso de los tipos italianos (-39%), pero que ronda el 25% para tipos California y Lamuyos, no hay excepción”.
Toda esta crisis que veníamos padeciendo ha sido acrecentada por el “efecto del veto ruso” que ha motivado una guerra de precios que está perjudicando enormemente a la provincia y a su principal sector económico. “La estrategia de comercialización que estamos realizando nos está llevando a la ruina y nadie parece querer estar dándose cuenta”.
Por eso desde ASAJA-Almería no podemos valorar el pasado año como un año bueno para la agricultura de la provincia, ya que por ejemplo la crisis de precios también la vienen padeciendo sectores como el de los cítricos que también ha empezado la nueva campaña con menores precios, sobre todo en naranja. Y donde además agricultores y ganaderos han padecido las consecuencias de una grave sequía que ha perjudicado gravemente a almendros, cereales y ganadería y donde además sectores tan pujantes como el vitivinícola en Laujar han visto frenadas sus expectativas de crecimiento debido a un granizo para el que tampoco han llegado medidas de apoyo.
El pasado 2014 ha estado sin duda marcado por el efecto del veto ruso que ha permitido esta descompensación entre los precios en origen y los que finalmente pagan los consumidores. De hecho, esta Navidad mientras al productor se le ha pagado 0.10 euros/kg de pepino o 0.20 euros/kg en berenjena en ningún supermercado o hipermercado hemos podido encontrarlos por debajo de los 1.75 euros/kg, lo que demuestra que el productor sigue siendo el eslabón más débil de la cadena y que a pesar de la puesta en marcha de la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria siguen produciéndose abusos de dominio por parte de la distribución.
Además 2014 ha tenido muy presente la aprobación de la nueva PAC, que no ha aportado grandes cambios para el sector hortícola, perdiendo la oportunidad de corregir situaciones de desagravio con otros sectores, y de apoyar decididamente a este sector para que cuente con mecanismos suficientes para gestionar crisis de mercado como la de este 2014.
ASAJA-Almería quisiera poder iniciar el nuevo año con balances positivos, pero la evolución de la situación y los datos no nos lo permiten.