El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto que establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios, con el objetivo de garantizar el menor impacto posible sobre la salud de los consumidores y el medio ambiente, fomentando la gestión integrada de plagas y técnicas alternativas. El asesoramiento, la Gestión Integrada de Plagas, la definición de Explotación de Bajo Riesgo y la complejidad de los cuadernos de explotación principales preocupaciones del sector. Asaja Córdoba se opone a que esta aplicación se convierta en un coste más para el agricultor.
El nuevo Real Decreto contempla medidas y obligaciones para el sector productor y de la distribución de productos fitosanitarios, así como para los agricultores y otros usuarios profesionales, los cuales deberán realizar un uso “aún” más racional de los productos fitosanitarios, mediante la implementación de los principios de gestión integrada de plagas a partir del 2014. Dicha gestión se basa en la integración de un conjunto de medidas culturales, de control biológico y de control químico destinadas a mantener la presencia de las plagas y enfermedades en los cultivos en unos niveles que no afecten a su rentabilidad económica.
Los temas más preocupantes, según Asaja Córdoba, son la Gestión Integrada de Plagas, la figura de Asesoramiento, así como la definición de explotaciones de bajo riesgo (las cuales estarían exentas de cumplir con la Gestión Integrada de Plagas). Otro de los temas son las restricciones con las que contaran los tratamientos aéreos y los nuevos requisitos que han de cumplir los equipos de tratamiento.
La figura del asesor es la que despierta más problemas. Supondrá un aumento burocrático, una firma y una responsabilidad que, sin duda, aumentará los costes del agricultor.
Gracias a las alegaciones que Asaja presentó en su día se consideran prácticas que cumplen con la Gestión Integrada directamente la producción ecológica e integrada y algunas certificaciones privadas. En cuanto a los protocolos privados de calidad habrá que realizar un estudio detallado de cuáles son los que cumplen o no.
Las máquinas de aplicación se ven muy afectadas por esta norma, ya que muchas de las existentes dejarán de ser operativas, por lo que Asaja Córdoba solicita habilitar un periodo transitorio amplio y que se concedan ayudas para la renovación de las mismas.
En cuanto a los tratamientos aéreos, el problema está en la “excepcionalidad”. Asaja Córdoba ha mostrado su preocupación por los tratamientos para la mosca del olivo, los de las masas forestales y los de cultivos herbáceos extensivos en situaciones de encharcamiento.
En cuanto al cuaderno de explotación, más que un cuaderno, pasa a ser un verdadero libro, debido a la cantidad de datos que ha de registrar, por lo que Asaja Córdoba insiste en que sea lo más sencillo posible.
La publicación del Real Decreto se verá complementada, antes de fin de año, con la aprobación del Plan de Acción Nacional de Uso Sostenible de Productos Fitosanitarios. En ese Plan se desarrollarán buena parte de las medidas que todas las administraciones competentes deben poner en marcha, con objeto de garantizar la sostenibilidad en el uso de los productos fitosanitarios, y que en la actualidad se encuentra en proceso de elaboración.
Importante a tener en cuenta es que toda esta normativa será de aplicación para los agricultores europeos, pero ¿y el producto que entra de fuera? ¿Por qué obligar cada vez más a nuestros agricultores y ganaderos a ser mas verdes asumiendo costes que no los paga el consumidor? ¿Por qué no exigir que el producto que entre de fuera cumpla lo mismo que han de cumplir los agricultores y ganaderos de la UE?
Asaja recuerda su oposición total al “greening” que contempla la reforma de la PAC y que exige más requisitos medio ambientales, algo que para la organización agraria supondría más costes al agricultor y ganadero sin recibir más precios por sus productos.