Esta organización ha estado esperando durante bastantes meses el compromiso que la Consejería había adquirido con nosotros para desarrollar un decreto que permitiría la alimentación de las aves necrófagas de manera segura y voluntaria, adecuándolo a la realidad de nuestro entorno en Extremadura. Pero una vez publicado, nos encontramos este pasado lunes día 23 con un decreto que va a ser imposible de aplicar en la mayoría de las explotaciones.
La autorización de muladares o comederos con los requisitos establecidos es prácticamente imposible, a la vez que conlleva un incremento de burocracia y de cumplimientos que es difícil de soportar para cualquier ganadero. Sirva como ejemplo la autorización de un vehículo para el traslado de Sandach, o que los cadáveres en bovino serán de edad inferior a 48 meses (4 años).
La autorización del uso de Sandach para la alimentación en zonas de protección no es menos complicada y se hace muy difícil su aplicación. En primer lugar, se excluyen las explotaciones de bovino-caprino o porcino porque sólo se puede acoger ovino y equino. Además, se condiciona que los animales no hayan muerto como consecuencia de alguna de las enfermedades propias de la especie establecidas en el Real Decreto 617/2007 de 16 de mayo, donde se recogía la lista de enfermedades de declaración obligatoria, encontrándose entre otras la lengua azul o fiebre aftosa.
Por eso, desde APAG EXTREMADURA ASAJA se pone de manifiesto una vez más que donde existe un problema en nuestro campo llega la Consejería de Agricultura y lo agrava, regulando sin sentido, lejos de la realidad y de las necesidades del campo y sólo generando una mayor burocracia, incluido más controles, lo que dificulta, en resumen el buen funcionamiento de nuestras explotaciones con el fin de no romper la cadena trópica en nuestro medio ambiente.
Seguro que éste no es el campo del siglo XXI que deseamos los agricultores, los ganaderos y la sociedad en general.