La creación de este Registro, publicado este miércoles 11 de julio en el Documento Oficial de Castilla La Mancha (DOCM), supone para AMFAR “un motivo de gran alegría, ya que significa poner fin a una discriminación histórica que sufrían las mujeres del campo”.
Según expuso ayer la presidenta nacional de AMFAR, Lola Merino, “con el funcionamiento de este Registro, hemos superado todas las barreras y todos los obstáculos, para que las mujeres del campo de Castilla-La Mancha, puedan ser titulares conjuntamente con sus maridos en las explotaciones familiares agrarias, tener sus propias prestaciones sociales y visibilizar su trabajo”.
La presidenta de AMFAR también expresó su agradecimiento tanto a la Administración nacional como a la regional por acabar con esa discriminación histórica que padecían las mujeres rurales, y que de ahora en adelante ya podrán cotizar y ser similares a cualquier trabajador o ejercer la actividad agraria de manera igualitaria a su cónyuge.
“Por fin lo hemos conseguido. Hemos superado la discriminación histórica que padecían las mujeres del campo de Castilla-La Mancha, que ya van a poder ver reconocidos sus derechos y sus prestaciones sociales, así como incrementar su participación en el sector agrario, tanto a través de las organizaciones profesionales, como a través de las cooperativas”.
Trayectoria
Según se desprende de todas las estadísticas, el 80% de la ayuda familiar en la explotación agraria venía siendo desarrollada por las mujeres. Un trabajo invisible pero también esencial para el mantenimiento de la renta familiar.
Después de veinte años, AMFAR ha conseguido que una Ley nacional permita que la mujer conjuntamente con su cónyuge puedan ser titulares de la misma explotación agraria y ser beneficiarios al 50% de la gestión y los beneficios que se deriven de esa explotación agraria.
“Sólo faltaba este Registro autonómico para hacer efectiva la ley nacional en Castilla La Mancha y ya es una realidad. Una prueba más del trabajo bien hecho, y de que cuando siembras bien, recoges buenos frutos”, ha manifestado Merino.
Asimismo, puntualizó que las mujeres que se den de alta como cotitulares, también podrán ser beneficiarias de las ayudas correspondientes a la Política Agraria Comunitaria (PAC), ya que se repartirán al 50% entre ambos titulares.
Y por último, y entre otros aspectos recogidos en la Ley, para aquellas mujeres que por su edad u otros motivos decidan no cotizar, se les reconoce una compensación económica por el trabajo que haya desarrollado en la explotación familiar y que podrán solicitar cuando enviuden o cambien de situación familiar.