Desde ASAJA se critican los discursos que ponen al sector agroalimentario adjetivos como “imprescindible, motor de desarrollo, prioritario, estratégico…y después las acciones van encaminadas en el sentido totalmente contrario, con dramáticos recortes que no solo comprometen la propia viabilidad del sector, sino que nos hacen pensar que la propia alimentación de la sociedad española está en peligro, así de rotundo”.
Si se echa la vista atrás, se advierte que en los últimos años, la disminución del presupuesto de Agricultura ha sido muy fuerte, con caídas desde los 4.199 millones en 2009 hasta los 1.932 millones en este 2012; para ASAJA la creciente demanda mundial de alimentos pondrá a prueba la capacidad de gestión, y los gestores que se olviden del sector primario tendrán que admitir responsabilidades futuras por la falta de alimentos. “La disminución de inversiones, la falta de incorporación, de apoyo a estructuras agrarias y ganaderas, la falta de inversiones en obras hidráulicas, la ausencia de políticas de desarrollo rural, el aumento de las trabas burocráticas, el incremento de los imputs (semillas, combustibles…), las nuevas normativas sobre bienestar animal, no podemos competir con tanta zancadilla y tan poca colaboración. La sociedad española actual no recuerda que no hace mucho, en este país se pasó hambre, y estamos volviendo a una situación muy complicada en la que la agricultura y la ganadería pueden ser una auténtica tabla de salvación”.
Desde ASAJA Huesca se pone sobre la mesa la necesaria reflexión que se debería abrir sobre la importancia del sector agrícola y que ello suponga una legitimación de las políticas españolas y europeas de apoyo al sector primario, intentando buscar una intensificación agrícola y ganadera sostenible.