ASAJA Alicante reclama al conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, que agilice la resolución y el pago inmediato de las ayudas destinadas al sector de la cereza, publicadas en el DOGV el 31 de diciembre de 2024 para explotaciones de secano y el 25 de junio de 2025 para las de regadío.
“Un año después de su publicación, los agricultores alicantinos de cereza continúan a la espera del cobro de unas ayudas decisivas, llamadas a ser un impulso clave para evitar el abandono”, denuncia la organización, que insiste en la necesidad de simplificar la burocracia: “no pueden esperar más”.
Según el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu, “más de un centenar de productores de la provincia han tramitado estos expedientes con nuestro departamento técnico y siguen sin cobrar, cuando estas ayudas pueden suponer el único aliciente para continuar en la actividad. Mientras esperan que el dinero llegue, muchos han abandonado o se lo están planteando”.
La organización recuerda que desde 2023 viene solicitando un plan de choque integral para el cultivo de la cereza a la Administración autonómica. La petición se trasladó en su día a la exconsellera Isaura Navarro, después al conseller José Luis Aguirre y, finalmente, al actual responsable del departamento, Miguel Barrachina, en la primera reunión mantenida con la junta directiva de ASAJA Alicante tras su toma de posesión, en septiembre de 2024.
Desde la entidad agraria consideran incomprensible que unas ayudas aprobadas y publicadas oficialmente por la delicada coyuntura del cultivo sigan sin resolverse tras doce meses. “Los agricultores han cumplido con todos los requisitos; la Administración debe ser consciente de que la burocracia acelera el abandono y es urgente que estas ayudas se paguen cuanto antes”, subrayan.
La situación del sector es crítica desde hace seis años, debido a factores como la sequía, los episodios climáticos adversos y el incremento de los costes de producción, lo que convierte estas ayudas en imprescindibles para la viabilidad de muchas explotaciones familiares, especialmente en zonas con riesgo de despoblación, como las comarcas de la Montaña de Alicante.
ASAJA Alicante incide en que, cuando se publican ayudas, simplificar la burocracia es clave. En este sentido, su departamento técnico recuerda que el plazo de solicitud, tanto en secano como en regadío, fue de solo un mes, “un tiempo muy limitado”.
“La paciencia del sector se agota. No se puede seguir anunciando apoyo al campo mientras las ayudas aprobadas se quedan en un cajón”, concluye la organización. Como referencia, ASAJA señala que en Extremadura la Consejería de Agricultura ya ha abonado el segundo pago de la ayuda excepcional de emergencia a explotaciones de cereza afectadas por las inclemencias climáticas de 2024.
Otras medidas
La organización recuerda la necesidad de materializar un plan de choque real, con líneas de financiación específicas a través del Instituto Valenciano de Finanzas y la Generalitat, con interés cero, cuatro años de carencia y plazos de amortización de entre 10 y 12 años. Asimismo, reclama una línea permanente para nuevas plantaciones, reestructuración y reconversión varietal, ayudas directas a plantas de envasado de hasta 200.000 euros, y medidas fiscales urgentes como la rebaja de módulos en el IRPF, la exención del IBI rústico y la condonación de cuotas de la Seguridad Social durante 14 meses.
Por último, ASAJA Alicante insiste en la creación de un seguro agrario específico para la cereza de la Montaña de Alicante, adaptado a la realidad del cultivo, ya que el actual sistema deja sin asegurar una parte importante de la producción.
ASAJA ALICANTE
