La organización agraria advierte de las graves consecuencias que tendrá para el campo los aranceles a fertilizantes rusos y bielorrusos
La incertidumbre de las políticas comerciales, el encarecimiento de los costes de producción y la caída de los márgenes comerciales pone en peligro la seguridad y la soberanía alimentarias
ASAJA Castilla-La Mancha ha elaborado un diagnóstico sobre la situación del sector cerealista en la región, en el que ha advertido sobre la gravedad de los problemas que enfrenta, derivados de la inestabilidad de los mercados y de las políticas comerciales y arancelarias, del encarecimiento de los costes de producción y de la falta de rentabilidad. La organización agraria ha alertado de que, si no se protegen producciones tan esenciales como los cereales, se está poniendo en riesgo la soberanía alimentaria y el abastecimiento nacional y, también, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de nuestro modelo productivo.
Por eso, tal y como acordó el último Comité Ejecutivo Regional, ASAJA CLM ha solicitado una reunión a la Secretaría de Estado de Comercio para plantear el impacto que sufre este sector derivado de las políticas comerciales y de la falta de medidas para garantizar su competitividad. “Es vital que los responsables del comercio nacional conozcan y se sensibilicen con la realidad del campo”, ha insistido el presidente de la organización agraria, José María Fresneda.
En relación a los precios, la organización agraria ha indicado que la tendencia a la baja en el mercado interior, tal y como muestra la caída de las cotizaciones de las últimas lonjas de la región, se produce, entro otros factores, por la entrada masiva de cereal de terceros países, cuyas normas de trazabilidad y condicionalidad distan mucho del modelo de producción comunitario.
“La gran cantidad de cereales importados en los puertos españoles, fundamentalmente los procedentes de Ucrania en el contexto del conflicto bélico, sin ningún tipo de control ni restricción, genera una sobreoferta en el mercado y deriva en una drástica caída en los precios nacionales hasta el punto que, los agricultores, no cubren los costes de producción. Por ello, llevamos meses pidiendo la aplicación de aranceles disuasorios o el incremento de los precios de
intervención, como una medida para estabilizar el mercado”, ha detallado Fresneda.
Pero, además, la inestabilidad que se genera en los mercados provoca mucha confusión e incertidumbre entre los agricultores y, “aún más grave, se producen prácticas especulativas por parte de algunas grandes multinacionales que, injustificadamente y poniendo de excusa las políticas comerciales y los aranceles, presionan para hundir los precios».
Aranceles a fertilizantes rusos y bielorrusos
ASAJA Castilla-La Mancha también ha advertido del impacto directo que tendrá sobre los costes de producción un posible aumento progresivo de los aranceles a los fertilizantes y otros productos agrícolas procedentes de Rusia y Bielorrusia.
Ayer jueves, 15 de mayo, la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo (INTA), daba su visto bueno a esta propuesta de imponer nuevos aranceles a productos como el azúcar, la harina y piensos animales y a ciertos fertilizantes rusos y bielorrusos. El objetivo, según sus defensores, es debilitar la maquinaria económica de guerra de Rusia y sancionarla por la invasión de Ucrania.
“Los consumidores deben saber que, primero, nos quieren poner aranceles a lo que vendemos y, después, a lo que necesitamos para producir. Se olvidan del carácter estratégico de muchos de los insumos que llegan desde terceros países y que son imprescindibles para el desarrollo de la actividad agraria y ganadera. Esto sólo tiene una lectura: los agricultores y ganaderos serán los únicos que cargarán con las consecuencias económicas de estas decisiones de política exterior”, ha lamentado el presidente de ASAJA CLM.
España importó el año pasado alrededor de 400.000 toneladas de fertilizantes rusos, cifra que casi se ha duplicado en la última década. Fresneda ha indicado que, “sin alternativas asequibles, los costes de producción se dispararán, lo que será un gran varapalo para el campo europeo. En sectores como los cultivos COP (cereales, oleaginosas y proteaginosas), los gastos en fertilizantes pueden representar entre un 30%-45% de los costes variables”.
ASAJA CLM ha lamentado que la Comisión INTA haya rechazado todas las enmiendas de mitigación y haya ignorado la petición de una evaluación de impacto adecuada que plantee soluciones inmediatas y estrategias a medio y largo plazo para garantizar el suministro y el precio de fertilizantes, así como reforzar el uso de alternativas sostenibles como los fertilizantes orgánicos. El COPA-COGECA ha recordado que para la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo “existían soluciones atenuantes y propuestas de fuentes alternativas. La decisión de ignorarlas es especialmente alarmante, dadas las graves consecuencias económicas para los agricultores y las cooperativas agrícolas europeos”.
Por ello, la mayor petición del sector productor europeo ahora es que los diputados al Parlamento Europeo reconsideren la propuesta durante la próxima sesión plenaria de los días 21 y 22 de mayo.
Fresneda ha incidido en que la organización agraria no se opone a que la UE responda con firmeza a las políticas comerciales que considere injustificadas, “pero sí a que los agricultores asuman los daños colaterales y tengan que cargar con las consecuencias económicas de las cuestiones geopolíticas y de las decisiones de política exterior, sin un análisis del impacto exhaustivo y sin medidas de mitigación adecuadas”.
Por último, el presidente de ASAJA CLM ha calificado de inaceptable esta política de aranceles y, más aún, sin una Política Agraria Comunitaria que respalde nuestro sistema productivo. Los productos agroalimentarios deben ser excluidos de cualquier represalia comercial”, ha concluido.