La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja) solicita al Cabildo Insular de Gran Canaria estudiar una fórmula de conciliación, de manera urgente, con el Consorcio de Comunidades de Regantes del Noroeste de Gran Canaria para evitar que 400 agricultores de las medianías y altos de los municipios de Santa María de Guía y Gáldar se queden sin agua de riego. Será a partir de esta semana cuando las existencias hídricas disponibles que suministra esta entidad lleguen a su fin y se produzca un corte definitivo.
La preocupación radica en el peligro que corre la supervivencia de 700 hectáreas de cultivo, principalmente plátano y hortícolas, que verían mermadas sus necesidades de riego y, por tanto, la calidad de estos productos para ser comercializados posteriormente. Hay que tener en cuenta que estas producciones abastecen a las principales cadenas de distribución de la isla y, si no están en las condiciones idóneas, no se podrán suministrar, con el efecto negativo que supone para los contratos establecidos y las rentas de los productores de las que dependen profesionalmente.
Esta solicitud se hace, a raíz de la reunión mantenida entre los representantes del Consorcio de Comunidades de Regantes del Noroeste de Gran Canaria (Iniciativa por el Agua), encabezado por su presidente, José Reyes, y la presidenta y el secretario general de Asaga Canarias Asaja, Ángela Delgado y Theo Hernando, respectivamente. Durante el encuentro, se expuso el conflicto que vive el sector agrícola, desde hace más de dos meses, con el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria debido a una deuda de cerca de 500.000 euros, así como los cortes de agua que han afectado a la agricultura de la zona.
La presidenta de Asaga Canarias, Ángela Delgado, se manifiesta preocupada y considera necesario dejar de lado las posturas políticas, sean del color que sean, y aboga por “ponerse en la piel de los agricultores y sus cultivos, que son los principales perjudicados. Como organización profesional agraria siempre vamos a primar los intereses del sector. Creemos que debe anteponerse la cordura y el respeto para llegar a un buen entendimiento entre las partes implicadas encontrando una solución lo más urgente posible, teniendo en cuenta los daños económicos que se le pueden causar a la actividad agrícola del norte de la isla y a quienes la ejercen, no solo en esta campaña sino en las futuras ya que, sin agua, no hay vida”.
Fuente: Asaga Canarias